Carmena: «A veces somos demasiado exigentes, Madrid es una ciudad limpia»
La suciedad no es un problema para Manuela Carmena. Según ha explicado en unas jornadas sobre la materia, los embajadores le dicen que Madrid es una ciudad limpia y "a veces somos muy exigentes".
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha expresado este miércoles que «a veces somos demasiado exigentes y no nos damos cuenta que Madrid es una ciudad limpia».
«En Madrid tenemos los embajadores y nos dicen que tenemos una ciudad muy limpia», ha defendido la regidora. «La limpieza la percibimos por la estética y a veces somos demasiado exigentes», ha apostillado. Considera que la limpieza es una cuestión de solidaridad y de cultura y que esperar que otros limpien lo que uno ensucia es algo propio de los siglos XIV y XV, no del XXI.
Muchas veces lo que llama la atención es la falta de limpieza, lamenta la primera edil. «A veces se nota más la suciedad que la limpieza y esto es muy duro», ha expuesto, planteamiento que ha redondeado contando la anécdota de un amigo, que le decía que «nadie te dice lo bien planchada que llevas la chaqueta o la falda». Otro cantar es «como lleves una arruga, que la gente te lo dice».
Lo ha señalado en la jornada en la que el Ayuntamiento ha premiado a departamentos y trabajadores destacados de la limpieza, profesionales a los que les ha pedido que además sean «divulgadores de la limpieza». «No se puede tolerar que mientras unos limpiamos, otros ensucien», ha argumentado.
Carmena ha destacado que lo que identifica a las ciudades es su preocupación por la limpieza. Esto le ha llevado a recordar «con enternecimiento» los primeros contratos de limpieza que firmó Madrid, allá por el siglo XVIII, momento en el que Madrid «dejó de ser una acumulación de viviendas y calles» para convertirse en ciudad.
La limpieza es «garantía de salud». «Hablamos de calidad de vida y de dieta mediterránea. ¿Por qué no hacerlo de salubridad, propia de una ciudad limpia?», ha planteado. Y si Madrid «es bella» es porque «es limpia», como le transmiten los representantes de las distintas delegaciones diplomáticas.
800 ciudadanos barrenderos
Por último, Manuela Carmena ha destacado que hasta el momento 800 personas han pasado por el programa de limpieza de la ciudad sustitutivo de las multas por infringir la ordenanza. La mayor parte son universitarios. «¿Dónde están los valores y la educación que ofrecemos a los jóvenes sobre la ciudad?», se ha preguntado. Señala que la mayoría de los multados no sabían que tirar cosas al suelo no está prohibido. «No sé si es verdad», ha puntualizado.
Carmena ha indicado que le gusta la iniciativa de que en las fiestas de los barrios no se entreguen vasos de usar y tirar sino que apuesta porque sean retornables. «Vasos que se cobran por un euro, alguien puede pensar que se lo puede permitir pero la ciudad no le lo puede permitir», ha manifestado.
Igualmente, ha recordado que siempre tiene ceniceros portátiles en el bolso y cada vez que ve a alguien tirar al suelo una colilla, le regala uno de esos ceniceros tras la promesa de que lo usará.