España
'HOY RESPONDE'

Carmen Ladrón de Guevara (AVT): «Ya sólo queda un etarra preso en régimen cerrado de primer grado»

La progresión de grados a etarras se ha acelerado con Sánchez y Marlaska y les acerca a la libertad condicional

186 de los 187 presos etarras en prisión ya gozan del segundo grado (semilibertad) o tercer grado (régimen abierto)

La totalidad de presos etarras, salvo 7, ya están en cárceles vascas, próximas o de la mitad norte peninsular

Carmen Ladrón de Guevara (AVT): «Ya sólo queda un etarra preso en régimen cerrado de primer grado»

El Gobierno tiene 399 asesores que no pasan del bachiller y a los que paga más de 18 millones al año

El plan para excarcelar a todos los presos de ETA sigue su curso. A día de hoy, ya sólo queda un etarra en régimen cerrado de primer grado en las cárceles españolas. El resto, 186 terroristas, goza ya del régimen ordinario (segundo grado, que permite permisos) y del abierto (tercer grado, por el que sólo vuelven los fines de semana). Hay, además, dos presos preventivos.

De los 187 presos de ETA en prisión, 67 están ya en cárceles del País Vasco. Es decir, más de un tercio. Su gestión ha sido cedida por el gobierno de Pedro Sánchez al ejecutivo autonómico del PNV que preside Íñigo Urkullu. La intención del Gobierno vasco es -según sus portavoces- «humanizar» el régimen carcelario de estos terroristas. Con toda probabilidad, se les facilitará trabajo o se les apuntará a cursos de reinserción fuera de las cárceles para que puedan pasar más tiempo fuera que dentro.

De los 187 etarras en prisión, hay dos ya en régimen abierto o tercer grado. Estos etarras viven en libertad de facto. Sólo vuelven los fines de semana a la cárcel. Del tercer grado a la libertad condicional hay solo un paso y una decisión judicial, pero basada en los criterios políticos marcados por el ministerio del Interior para hacerles progresar de grado.

De esos 187 terroristas en cárceles españolas, la mayoría, 115, están ya en segundo grado. Muchos de ellos lo han obtenido gracias a los traslados semanales y masivos a cárceles vascas o cercanas al País Vasco que el ministro Fernando Grande-Marlaska ha institucionalizado cada viernes -desde hace tres años- para dolor de las víctimas. Salvo 7 terroristas (6 en Andalucía y uno en Murcia), todos los etarras están ya en cárceles vascas, cercanas al País Vasco o en la mitad norte peninsular.

En la práctica, como pasó con los presos del procès catalán, el segundo grado del que goza ya la mayoría de terroristas de ETA les abre la puerta a los permisos para salir de prisión. Los artículos 100.2 y 117 del régimen penitenciario les posibilita, si el juez de vigilancia penitenciaria lo aprueba, salir de la cárcel a diario, entre semana, para trabajar, hacer voluntariado o seguir tratamientos de reinserción en el exterior volviendo sólo a dormir a la prisión.

La última libertad condicional, esta semana

Con Pedro Sánchez en La Moncloa, los jueces ya han otorgado 11 libertades condicionales basadas en los criterios políticos marcados por el ministerio del Interior y la secretaría general de Instituciones Penitenciarias para llevarlos al tercer grado y que puedan acceder a la libertad. La última libertad condicional, esta misma semana. El martes día 9 (un día antes del Día de la Memoría de las víctimas en el País Vasco) le fue concedida a la terrorista Olga Comes Arambillet. Estaba en prisión por el intento de secuestro del concejal del PSOE en Eibar, Benjamín Atutxa. Su progresión penitenciaria con Sánchez en La Moncloa es paradigmática de lo ocurrido con decenas de presos. En diciembre de 2018, a los seis meses de la llegada de Sánchez al poder, Olga Comes pasa a segundo grado y la trasladan de León a Asturias. En noviembre de 2020 la trasladan de Asturias a Pamplona, coincidiendo ese día con el apoyo de Bildu a los presupuestos de Sánchez. En junio de 2021, este verano, el Gobierno le concedió el tercer grado. Cinco meses después, esta semana, la etarra ya está en libertad condicional. En menos de tres años, del régimen cerrado a la calle.

Esta es la realidad penitenciaria de los terroristas de ETA. El gobierno Sánchez los va colocando -como puede leerse en los documentos del colectivo Etxerat de familiares de presos- «en la casilla de salida»… de la cárcel. Arnaldo Otegi ya dejó claro hace pocos días: «Tengo 200 presos en las cárceles y si para sacarlos tengo que votar los presupuestos [de Sánchez] los voto». Sánchez es rehén de los votos de Bildu. Arnaldo Otegi es su socio preferente.

AVT: «En 10 años todos en la calle»

En una entrevista a HOY RESPONDE de OKDIARIO, la abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Carmen Ladrón de Guevara, ha confirmado el dato: «Sólo queda uno en régimen cerrado de primer grado». La AVT teme que los traslados de cárcel de los etarras, que van acompañados del paso al segundo grado y de permisos, sean «la antesala -dice- de una puesta en libertad anticipada».

Carmen Ladrón de Guevara tiene claro que «ETA no los quiere [a sus presos] cerca del País Vasco. Los quiere libres». Y destripa la estrategia de ETA, Bildu y Otegi para conseguirlo: «Son inteligentes y lo están haciendo poco a poco. Su primer objetivo fue la política de dispersión y acercarlos al País Vasco. Como vieron que era factible ahora van a que no haya cumplimiento íntegro de las condenas».

Ladrón de Guevara tiene clara la siguiente exigencia de Otegi y Bildu a Sánchez y el PSOE: «Ellos ahora quieren derogar el Código Penal de 2003, que estableció el cumplimiento íntegro y efectivo de las condenas. Hay algunos que tienen límites de cumplimiento de 40 años. Y lo que quieren es derogar eso». Por eso, enmarca el homenaje al etarra Henri Parot en el inicio de la campaña y las movilizaciones para, acabada la dispersión, acabar también ahora con el cumplimiento íntegro de las penas.

«Ellos hacen sus cálculos», dice Carmen Ladrón de Guevara. «De los 180 presos, de aquí a tres años, quedarán en prisión la mitad. Y es verdad que hay un núcleo de unos 60 ó 70 que lo tienen más difícil porque tienen que cumplir 40 años. Por eso, lo que quieren es derogar el Código Penal y facilitar que, de aquí a 10 años, estén todos en la calle».

Tiempo al tiempo. Arnaldo Otegi, el «hombre de paz» de Zapatero, ha repetido estas semanas -por activa y por pasiva- que para nada les conviene que caiga el Gobierno de Sánchez. ETA no disimula que prefiere al PSOE. Zapatero marcó el camino. Rajoy no lo enmendó. ¿Qué hará Pablo Casado si llega al poder?. Las víctimas del terrorismo no merecerán una nueva ignominia.