España

Botín, or not Botín

Botín, or not Botín, esa es la cuestión. Cada bando —porque hay dos posicionamientos bien enfrentados— piensa distinto y, por ahora, nadie se pone de acuerdo en cuanto a la posible aplicación de la doctrina con nombre de banquero que levantaría del banquillo o no a la infanta Cristina en el caso Nóos.  Tras la maratoniana jornada del 11E, juristas, inspectores, abogados y periodistas no dejan de aparecer en los medios argumentando sobre su futuro judicial inmediato mientras ella amanece en Palma. La noche nos sorprendió en el juicio, casi tanto como el colegueo entre Urdangarin y Torres, por lo que el matrimonio tomó camino de vuelta a casa a última hora de la mañana.

La infanta está perfectamente informada de lo que se dice, comenta o publica sobre ella, su marido y su exsocio y cía. No con esa obsesión primera de la hoy reina Letizia que moría por conectarse al ordenador para saber qué se decía de ella, pero entiende que es muy importante lo que la prensa transmite a la opinión pública y se preocupa. En los recesos de la jornada del 11E, su grupo consultaba los primeros titulares y tiene clarísimo quien está a un lado y al otro. Los periodistas que entraron en la sala de vistas tenían prohibido el uso de móviles, tabletas u ordenadores. Algo que muchos no entendieron dado que recibíamos imagen y audio de sala, y porque el público, acusadores y defensores se comunicaban con el exterior sin ningún tipo de límite.

Apuesto que conoce al detalle el contenido y argumentación de las ocho páginas del informe emitido por la jefa de la Unidad Central de Delitos contra la Hacienda Pública, Caridad Gómez Mourelo —o se lo han contado— a petición de la Fiscalía y que el Tribunal ha admitido. El escrito contesta a las 5 cuestiones planteadas por el fiscal Horrach sobre los criterios que sigue la AEAT en inspección tributaria relativas a sociedades. Ella sabe que constituyó una sociedad al 50% con su marido: Aizoon  S.L ; y que a él lo acusan de delito contra la Hacienda Pública. Ahora se trata de ver si ella es cooperadora de esos delitos, tal y como sostiene la Acusación Popular. Bien, pues la señora Gómez Mourelo, una autoridad en Hacienda —de la que ya no sé si somos todos o no lo somos— limita la responsabilidad al administrador de la sociedad y a quien tiene funciones de gestión, eximiendo al socio por el mero hecho de serlo.

Pero siguen sin ponerse de acuerdo. Raúl Burillo, ex jefe de la Agencia Tributaria de Baleares, cree que esta cuestión que enfrenta a los dos bandos “está dónde tiene que estar, que es el juicio oral. Hay que ver si la infanta ha sido partícipe de un delito fiscal que la Audiencia —no lo olvidemos— dijo que sí existía y el fiscal, también. Horrach considera a la señora Urdangarin responsable a título lucrativo”. Burillo encuentra además que la doctrina Botín “es una puerta de atrás, algo impropio de esta causa”.  Además, advierte en declaraciones a la televisión balear IB3, que la aplicación podría traer la repetición del juicio tras el correspondiente recurso y acabar en el Supremo.

A estas horas de cierre, la infanta Cristina no sé si también sabe que el ex Presidente de la Sección Segunda de la Audiencia que estuvo a punto de juzgar Nóos,  Juan Pedro Yllanes, ve claramente que en su caso no es de aplicación la Botín. El magistrado pidió la excedencia cuando fichó como candidato por Podemos las pasadas elecciones. Ahora, ya apartado, declara abiertamente cuál es su criterio. Pero la perla es que cuenta que ya lo hablaron y trataron en varias conversaciones él y sus entonces compañeras magistradas Leonor Moyá y Samantha Romero, presidenta y ponente del Tribunal que juzga el caso Nóos. Podría haber sorpresa para aquellos que dan ya por aplicada la doctrina con nombre de banquero.  Comienza la cuenta atrás hasta el 9 de febrero. Antes de tres semanas se sabrá.