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Borrell advierte: «Estamos al borde de un enfrentamiento civil en Cataluña»

«Estamos al borde de un enfrentamiento civil». Josep Borrell analiza la situación de hostilidad en Cataluña y advierte sobre las consecuencias. El  nuevo ministro de Asuntos Exteriores apela al diálogo y a rebajar la tensión política en la comunidad, donde hay un evidente clima de crispación desde que Carles Puigdemont impulsó el proceso independentista. Borrell  subraya que la «primera obligación del Gobierno es mantener la integridad territorial del Estado».

En una entrevista en laSexta, el responsable de Exteriores ha expresado su voluntad de abrir cauces de diálogo «dentro de los marcos de la Constitución y el respeto a la legalidad» en un momento en el que la integridad del Estado está «puesta en cuestión» de una forma grave como resultado del desafecto de una parte importante, aunque no mayoritaria, de la población catalana.

No obstante, ha remarcado que el Gobierno tiene que encontrar «alguien con quien dialogar y que acepte el marco del diálogo».

Aunque ha ironizado con que no es «el ministro de Asuntos Catalanes»,  Borrell ha afirmado que uno de los motivos por los que aceptó ser ministro era para dar respuesta a la pérdida de prestigio de España en universidades extranjeras, especialmente del ámbito anglosajón, por la «estrategia insistente» de los independentistas de mostrar que «la leyenda negra is back».

Borrell ha matizado unas declaraciones pasadas en las que afirmó que había que «desinfectar las heridas de la sociedad catalana», una expresión que ha sustituido por «curar», aunque ha recalcado que nunca ha dicho «que haya que desinfectar a los catalanes o a Cataluña, como dicen».

Sobre las criticas a la desactivación de los controles financieros a la administración catalana, ha pedido que no se busquen «interpretaciones conflictivas» sobre cada medida del Gobierno respecto a Cataluña. En este sentido, ha recordado que el PSOE «demostró una enorme lealtad» con el anterior Gobierno a la hora de aplicar el artículo 155, que «nadie» deseaba.