España
II Tertulia Zeta | ¿Hay igualdad en España?

Belén Hoyo, diputada del PP: “La igualdad legal ya existe, pero queda mucho trabajo para la real”

Este Día Internacional de la Mujer de la huelga feminista parece una jornada en la que sólo se puede ser mujer y de izquierdas. En caso de ser hombre, te piden que no participes, que lo hagas los 364 días restantes del año, pero que hoy te apartes, que hay que visibilizar la lucha femenina. Y si eres de derechas —o de centro, ojo— lo más probable es que te culpen de las múltiples brechas de género que aún perviven en la sociedad española. “La igualdad legal ya existe, pero queda mucho trabajo para la igualdad real”, dice Belén Hoyo, diputada del PP. Y lo dice orgullosa, porque no se deja colgar etiquetas: “Me niego a que usen este asunto como arma política. Yo, y mi partido, luchamos por la igualdad tanto como los demás”.

El jueves 1 de marzo, Hoyo participó en la tertulia ‘¿Hay igualdad en España?’, organizada por la Revista Zeta. En una sala habilitada por el restaurante venezolano Apartaco de Madrid, la portavoz popular en la comisión de Exteriores del Congreso compartió con periodistas, estudiantes y profesionales del sector las políticas del Gobierno del PP respecto a la igualdad de género, una terminología de la que la número dos de la lista por Valencia parecía huir. Ella prefiere bajar a las cifras y, aunque el encuentro se desarrolló en un ambiente distendido y coral, sobre su mesa lucían varios tacos de folios, con anotaciones, flechas y subrayados: datos, argumentarios y políticas implantadas.

Las mujeres están protagonizando la salida de la crisis, dice apoyándose en las cifras oficiales del Gobierno: seis de cada 10 nuevos emprendedores son féminas, en un país en el que la iniciativa privada e individual es la que más empleo da, ya que más del 67% de los afiliados a la Seguridad Social lo son a través de pymes o del régimen de autónomos.

Pero fueron también las que protagonizaron la entrada en la crisis y su momento más profundo de sufrimiento. Y no por mayor caída al paro que los hombres, pues la tasa de empleo femenina se mantuvo bastante estable en toda la zona euro —concretamente en España, el sector que más pagó la factura de la recesión fue el de los jóvenes en busca de su primer empleo, sin prácticamente diferencias de género—. Así, la brecha salarial puede ser una de las razones que expliquen esto: durante la década que llevamos caminada desde el inicio de la crisis, la diferencia de salarios entre hombres y mujeres se ha mantenido estable en el entorno del 25%, según los datos oficiales del Ministerio de Empleo.

Esto nos puede estar diciendo que el abaratamiento de los sueldos que siguió a la destrucción masiva de empleo y a la reforma laboral del Gobierno del PP —que liberalizó notablemente la contratación, las relaciones laborales y el despido para dinamizar un mercado laboral anémico— ha ido igualando hacia abajo la nómina media… hacia donde estaba la de las mujeres. Y, de este modo, sus puestos de trabajo han podido resistir más el embate de la caída de negocio.

Se le pregunta a Belén Hoyo por la pelea política entre partidos a cuenta del feminismo, el machismo, la igualdad, los lazos, las huelgas feministas… “Eso de las cuotas de género… mira, yo fui la segunda de mi partido en las listas, ¡y la número uno era otra mujer! Nadie hizo bandera de eso, pero si las listas cremallera fuesen obligatorias por ley, yo habría tenido que bajar al tres, ¿no?”

Es un mantra que repiten desde las filas populares, mientras se revuelven contra “quienes tratan de utilizar unas políticas que no tienen nada de ideología en un arma arrojadiza ante los micrófonos”, apunta Hoyo. “En el PP no lo utilizamos de argumentario, porque creemos en la igualdad efectiva, y luchamos por ella”, insiste, “pero si nos pinchan podríamos decir que la primera presidenta del Senado, y la primera del Congreso, han sido mujeres del Partido Popular”. Y continúa haciendo un repaso de memoria a las cabezas de lista autonómicas y municipales de su partido, “sin duda, más que en el resto de formaciones políticas”.

La organizadora del acto por la Revista Zeta, Lorena Arraiz, y Belén Hoyo, portavoz del PP en la comisión de Exteriores del Congreso. (Foto: ADP)

Belén Hoyo, en la distancia corta, no es sólo una mujer política, ni únicamente una representante de los ciudadanos, ni exclusivamente una portavoz autorizada de su partido, es una más de las ‘supermujeres’ que hoy pueblan este país. No lo dice ella, es uno de los conceptos que sobrevuelan la tertulia, en la que la presencia mayoritaria de participantes femeninos sí denota que el asunto que se trata tiene fundamentos para seguir estando sobre la mesa.

“La igualdad legal ya existe, eso es así”, apunta la diputada, “pero queda mucho trabajo para alcanzar la igualdad real”, insiste. Y ahí están para demostrarlo las cifras de la tasa de actividad femenina, que aún es 11,4 puntos inferior a la masculina, o el magro 31% de féminas sobre el total de los puestos de dirección y gerencia en las empresas españolas.

Políticas del Gobierno del PP

Para atajar esta situación, el Gobierno del PP ha impulsado diversas iniciativas para las empresas, apunta Hoyo, como son la herramienta de autodiagnóstico de brecha salarial y la de valoración de puestos de trabajo con perspectiva de género. Si bien es cierto que las cifras de descarga del programa desde la web creada por el Ministerio de Empleo son poco alentadoras: 6.483 y 4.251 respectivamente.

“Además, está el tema de la vulnerabilidad”, apunta una de las asistentes al acto. “Yo soy inmigrante en España, y en mi entorno todos conocemos muchos casos de mujeres que sufren acoso laboral y sexual en su puesto de trabajo y que, por estar en unas condiciones muy precarias, se sienten obligadas a aceptar esas prácticas, para no perder su único sustento”.

Belén Hoyo reacciona ante este planteamiento. “Este Gobierno ha aumentado e invertido en la mejora de las inspecciones, y además la Justicia rápida funciona en estos casos”. La diputada hace por separar este asunto del corazón del debate: “Creo que estas acciones ya son delitos flagrantes, no tienen tanto que ver con la igualdad como con la denuncia, la policía y el juez… nadie tiene que pasar por eso ni aceptarlo”.

Pero es una realidad que continúa dándose en una proporción escandalosa. Según un estudio de la Secretaría de Mujer de CCOO, más del 18% de las mujeres españolas refiere haber pasado por situaciones de acoso sexual en su puesto de trabajo. Este punto lo deriva la diputada directamente al ámbito de la violencia de género: “Este Gobierno ha trabajado intensamente contra esta tragedia diaria, ha intensificado las acciones de prevención, sensibilización apoyo a las víctimas… y es el único punto en el que hemos, por fin, sellado un pacto de Estado con el resto de fuerzas”, esgrime orgullosa, “y con una dotación presupuestaria de 1.000 millones en cinco años”.

Acabada la tertulia formal, la diputada comparte un vino con algunos de los asistentes, y habla de los planes de igualdad en el medio rural, el ya ejecutado con más de 3.000 millones por la igualdad de oportunidades y la conciliación, el que está en marcha como continuación de ése… y deriva la charla hacia la educación: “Ésa es la clave, es ahí donde debemos invertir, porque para que la igualdad legal sea real, es con nuestros niños y niñas con quienes debemos trabajar”, defiende de un modo vehemente.

Lástima que una semana después, el otro gran pacto de Estado que parecía poderse cerrar esta legislatura, el primer acuerdo educativo global al que se iba a llegar en 40 años de democracia, ha saltado por los aires.