Begoña Gómez quería captar «26.000 empresas» con el software por el que está imputada
Begoña Gómez está imputada por apropiación indebida e intrusismo por esta plataforma
Begoña Gómez promocionó con empeño en multitud de foros y eventos la plataforma para empresas creada por la Complutense y por la que ahora está imputada por apropiación indebida e intrusismo. Un ejemplo fue el evento Todas y todos sumamos, que organizó Ashoka España, una red internacional de «emprendedores sociales», en febrero del año pasado. Gómez anunció allí la puesta en marcha de este software, que ambicionaba llevar a 26.000 empresas en España.
«Nosotros, haciendo gala de las alianzas, hemos montado una alianza con múltiples empresas y presentamos a finales de mayo una plataforma de medición de impacto para pymes, sin ánimo de lucro», expuso la esposa del presidente del Gobierno. Cabe recordar que este software fue desarrollado por tres potentes empresas -Indra, Google y Telefónica- para la Complutense. Sin embargo, Gómez registró a su nombre una marca comercial que ofrecía una plataforma prácticamente idéntica a la de la institución pública. Es por ello que el juez Juan Carlos Peinado investiga si pudo cometer un delito de apropiación indebida.
A continuación, Gómez puso cifra a su objetivo: «Con que se inicien las primeras 26.000 medianas que hay en España en esta plataforma de medición, que le pueda generar una métrica en qué impacta a nivel de planeta y persona, os invito a todos a un café».
La mujer de Pedro Sánchez -imputada, además, por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios-, se detuvo especialmente en las dificultades de las pequeñas y medianas empresas para llegar a medir su «impacto». Algo que, en su opinión, vendría a resolver su plataforma.
A través de esa herramienta, las empresas podrían obtener un «informe no financiero o de impacto» con el que aspirar a financiación pública por parte de distintas administraciones.
«¿Quién me puede pagar la fiesta?», se preguntó Gómez en un momento de su intervención, para concluir: «Si tengo esos compromisos, si estoy midiendo cómo lo hago y generando alianzas, puedo acceder más a financiación nacional o extranjera, a la compra pública responsable…».
«La financiación tiene que ser un pastel muy diverso», avisó Gómez, aconsejando a las empresas a acudir a distintas fuentes, como el crowdfunding o los fondos next, que reparte la Unión Europea a través de los distintos gobiernos.
Ante el juez
Begoña Gómez declaró el pasado 18 de diciembre ante el juez Juan Carlos Peinado y descartó cualquier responsabilidad en el registro de esa plataforma.
Gómez negó haber actuado con ánimo de lucro con relación al software y descargó la responsabilidad en la Complutense, afirmando que sólo siguió instrucciones de la Universidad.
«Yo soy de marketing, no sé de jurídico, […] Yo sigo las pautas e indicaciones de la Escuela de Gobierno y los vicerrectores», declaró. Negó, además, cualquier culpa en la firma de los pliegos técnicos para la licitación de un contrato de 65.000 euros para el desarrollo del software, motivo por el que está imputada por intrusismo profesional.
Afirmó, igualmente, que la plataforma no llegó a estar «operativa» sino «en periodo de pruebas» y «al 80% de su creación».