España

Así es la nueva Plaza de España de Madrid tras más de dos años y medio de obras

La Plaza de España de Madrid muestra desde este lunes su renovada imagen dos años y medio después del comienzo de unas obras que han perfilado un espacio más verde con un millar de árboles, peatonal e integrado con el entorno, conectando el Parque del Oeste, los Jardines de Sabatini, el Campo del Moro, Madrid Río y la Casa de Campo.

Se pone fin de este modo a unos trabajos que comenzaron el 8 de abril de 2019. Fue en 2017 cuando se aprobó, durante el mandato de Manuela Carmena, el proyecto de reforma de la plaza, llamado ‘Welcome Mother Nature’, seleccionado mediante un proceso participativo donde participaron más de 200.000 personas.

Así, el extremo norte de la Gran Vía, escoltado por la Torre Madrid y el Edificio España, y vigilado de forma perpetua por Don Quijote y su fiel Sancho, cuenta ahora con un túnel de casi un kilómetro y un paseo arqueológico, además de carril bici y zonas de juego para los niños.

Un túnel une la calle Ferraz con la intersección de la cuesta de San Vicente y se ha ampliado hasta allí el túnel de Bailén que parte a la altura de la calle Mayor.

Plataforma peatonal

Por su parte, el paso elevado de vehículos construido a finales de los años 60 y que ha estado en funcionamiento hasta el inicio de las obras, se convierte en una plataforma peatonal que constituye la pieza de conexión que permite generar este sistema continuo de espacios libres públicos.

Además, el proyecto integra la mayor parte de los restos arqueológicos encontrados durante las excavaciones para la construcción del túnel Bailén-Ferraz, como las dos plantas del Palacio de Godoy y los contrafuertes de las antiguas Caballerizas Reales junto a los actuales Jardines de Sabatini, así como los restos del ‘camino de ronda’ del antiguo cuartel de San Gil.

Estos restos aparecieron cuatro meses después del comienzo de las obras e hicieron engrosar un 20%, 12 millones más, el presupuesto establecido para los trabajos. La Comunidad de Madrid instó al Ayuntamiento a levantar una cubierta para la conservación de los restos, además de excavar los contrafuertes para ser musealizados, lo que implica la modificación del perfil longitudinal de la calzada.