España
Le falta pulmón financiero

La AMI admite su incapacidad para organizar la investidura de Puigdemont en Bruselas

Dirigentes de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) han reconocido internamente que el deseo de Carles Puigdemont de ser aclamado por «los 4.000 integrantes de la Asamblea de Cargos Electos» en Bruselas en su pretendida investidura simbólica será prácticamente imposible porque no disponen de los medios ni capacidad económica par abordarlo. Ni creen que vayan a poder contar con los 4.000 asistentes anunciados, ni que puedan acarrear con los gastos provocados por su desplazamiento ante la evidente caída de sus ingresos fruto del 155.

Los responsables de AMI –una de las tres grandes asociaciones que están siendo investigadas por la Guardia Civil por su participación en el golpe separatista del 1-O– han confirmado este punto internamente en las reuniones preparatorias que ya han mantenido, tal y como ha podido confirmar OKDIARIO.

Según su propia versión, si se mantiene la investidura imaginaria del fugado ex presidente será «inviable» la posibilidad de que  «las cerca  de  4.000  personas  que  integran  la  Asamblea de Cargos Electos de Cataluña (AECAT) se desplacen a Bruselas para investir a Carles Puigdemont como presidente del Consejo de la República».

Las razones expuestas por los responsables de esta asociación son variadas. Desde «problemas logísticos» hasta «económicos». Porque lo cierto es que las vías de entrada de fondos en AMI ya no son las mismas que antes de la aplicación del 155. Y es que las investigaciones abiertas desde hace ya meses por la Guardia Civil han ido cerrando los mecanismos de asignación de fondos de origen opaco en todas las asociaciones programadas para alentar el golpe y su capacidad operativa no es ya la de hace meses.

El plan de Carles Puigdemont, de este modo, puede acabar en un fracaso social. El fugado ex presidente se reunió con una delegación de ERC y de la CUP hace una semana en Bruselas y les hizo saber que sus planes pasaban dos investiduras que garantizasen un doble Govern: uno «en el exilio» y otro en Barcelona. Así, Puigdemont propuso crear un Consell de la República encabezado por él mismo y cuya investidura sería el 18 de febrero mediante una asamblea de cargos electos que se celebraría en el mencionado acto en Bruselas.

El acto previsto por Puigdemont se completaba con otra sesión de investidura en el Parlament de Catalunya para el día 21 ó 22 de febrero para ser elegido también como presidente de la Generalitat.