España
Inmigración ilegal

Aluvión de ilegales en las oficinas de asilo de Ceuta tras una sentencia que permite su libre circulación

El Tribunal Supremo ratifica un fallo que permite a todos los solicitantes de asilo ir a cualquier lugar de España.

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Los policías trasladados hasta la frontera de Marruecos en Ceuta para reforzar la vigilancia del paso fronterizo fueron los primeros en sorprenderse ante la llegada de cientos de inmigrantes ilegales hace apenas 48 horas a la oficina de Asilo y Refugio de la frontera del Tarajal. Desde principios de esta semana se cuentan ya por cientos las personas que están saturando los servicios de esta oficina y cada día que pasa son más. En su última jornada de atención, la del miércoles, fueron 250 personas las que hacían cola en esta oficina ante la estupefacción de los agentes. ¿De dónde salían todas estas personas si la frontera lleva cerrada a cal y canto dos semanas?

Todas esas personas eran las que pudieron burlar la vigilancia de la frontera con Marruecos en los días del asalto masivo y que todavía no habían podido ser localizadas e identificadas por los policías que llevan días patrullando la ciudad.

Pero ¿por qué precisamente ahora, y todas a la vez, se han decidido a pedir asilo y no nada más llegar a España? Las fuentes consultadas por OKDIARIO apuntan a que hay que fijarse en un fallo judicial muy reciente.

La singularidad geográfica de Ceuta y Melilla les había conferido a ambas ciudades unas características especiales a la hora de conceder asilos a inmigrantes ilegales. El solicitante de asilo disfrutaba de libertad de circulación en el momento en que su petición era aceptada, pero esa libertad se limitaba a los límites de la ciudad. Pues bien, eso acaba de cambiar y alguien se lo ha comunicado a las personas que se encontraban de manera ilegal escondidas de las Fuerzas del Orden en Ceuta.

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) lleva años peleando en el tribunal es que esta excepcionalidad que afecta a los ilegales que piden asilo en Ceuta o Melilla cambiara, y lo consiguieron hace poco. El 12 de mayo CEAR supo que el Tribunal Supremo había aceptado uno de sus recursos y ponía negro sobre blanco un párrafo que no deja lugar a dudas:

“El solicitante de asilo en la ciudad autónoma de Ceuta (o en otro caso, Melilla), admitida a trámite su solicitud, tiene derecho a la libre circulación en España (con obligación de comunicar cambios de domicilio) y, en consecuencia, no es conforme a derecho la inscripción que limita la validez de la documentación acreditativa de su condición de solicitante de protección internacional, a Ceuta (o en otro caso, Melilla)”.

Silencio administrativo

Las fuentes policiales especializadas en Extranjería y consultadas por OKDIARIO explican las consecuencias de esta sentencia sobre la situación de Ceuta. Para empezar, hay que comprender que todas las solicitudes de asilo por motivos humanitarios son aceptadas a trámite a no ser que el funcionario que las reciba perciba de manera inequívoca indicios de falta de veracidad. Por ejemplo, los argumentos más esgrimidos a la hora de pedir asilo es la persecución en sus países de origen por motivos religiosos, sexuales o ideológicos, todas ellas cuestiones muy complicadas de investigar.

El problema es que semejante número de demandas de asilo tan localizadas en una oficina con pocos medios provoca saturación y a los funcionarios no les da tiempo a tramitarlas. Y aquí viene el segundo argumento: el tiempo. Tras un mes de silencio administrativo la petición de asilo se da por admitida a trámite y durante los próximos dos años se instruirá a favor o en contra. Por cierto, que en esos dos años se consigue el arraigo necesario para pedir quedarse en España, aunque se haya entrado como inmigrante ilegal.

Para comprender el volumen de peticiones de asilo a las que se están enfrentando en Ceuta baste decir que estos días se están dando citas a las personas que lo solicitan para ser entrevistadas en el mes de agosto. Para ellos esa cita les convierte en solicitantes de asilo a la espera de ser entrevistados, así que hasta ese día pueden estar en España sí o sí.

Las situaciones a las que se enfrentan los agentes que tramitan los expedientes de asilo son muy variopintas. Sobra decir que nadie duda de la veracidad de peticiones como las de aquellas personas que llegan de territorios inmersos en conflictos bélicos activos y que, por una condición manifiesta, como la raza, sufren persecución en sus países. Otras sin embargo son de echarse las manos en la cabeza.

Hace sólo unos días un solicitante de asilo pidió quedarse en Canarias por sentirse perseguido en su país. El agente tecleó los datos y resulta que le constaba una prohibición de entrada en territorio Schengen hasta 2025 impuesta por Italia. Aun así insistía en solicitar asilo. Al final su abogado le convenció de que desistiera, de no haberlo hecho quién sabe si sus intenciones no hubieran prosperado.