Abascal: «No temo acabar en la cárcel pero con la deriva autoritaria del Gobierno todo es posible»
Santiago Abascal (Bilbao, 1976) no se arrepiente ni pide perdón por las polémicas declaraciones que efectuó al diario más prestigioso de la Argentina, Clarín, el pasado fin de semana con motivo de la toma de posesión de Javier Milei: «Sánchez es un dictador y llegará un momento en que el pueblo querrá colgarlo de los pies». Tampoco acepta que constituyeran un error táctico, menos aún un regalo al autócrata Pedro Sánchez, que ha pasado de victimario a víctima. Uno empieza a pensar que no fueron ningún error, que no se le calentó la boca —de hecho, nuestro protagonista suele medir mucho sus palabras—, que se trató más bien de una estrategia para volver a situarse en el primer plano de la actualidad tras unas generales y una investidura en las que el foco se centró en dos personajes: el presidente del Gobierno y Alberto Núñez Feijóo. Doy fe que lo ha conseguido. El presidente de Vox vuelve a estar en el mapa.
PREGUNTA.- ¿Es usted consciente de que es el protagonista de la semana?
RESPUESTA.- Vaya quilombo, como dicen en Argentina. Realmente, un protagonista forzado.
P.- ¿No se arrepiente de sus palabras? Las metáforas son como las armas, que las carga el diablo.
R.- Pues no, no me arrepiento. La lengua española es de una extraordinaria riqueza y hay muchas formas de expresar el hartazgo del pueblo. No expresaba un deseo personal. Podía haber utilizado muchas otras, ya lo dije el otro día en la tribuna del Congreso, desde «echar a la hoguera» o «correr a gorrazos».
P.- Usted en un mitin pidió a sus seguidores que le «echasen a la hoguera» si no cumplía sus promesas electorales.
R.- Efectivamente, y creo que no lo he dicho una vez, sino muchas. Es mi modo de hablar, en el que me entiende la gente. Y, además, una cosa es lo que dicen los telediarios y lo que se oye en las tribunas, y otra lo que se oye en la calle. Cuando voy por la calle me dicen que me he quedado corto.
P.- ¿Qué le dicen por la calle?
R.- La gente está harta. No voy a reproducir las frases explícitas de lo que la gente piensa de Pedro Sánchez, pero todo el mundo entiende qué es lo que he dicho, menos el que no quiere entenderlo y el que se asusta ante todo.
P.- ¿Pero no cree que le ha hecho un favor a Pedro Sánchez convirtiendo al victimario en una víctima?
R.- Es que yo no le he convertido en una víctima. Le convierten en una víctima sus medios, que eligen esa frase y no cualquier otra. Si nosotros estamos pensando en cómo reaccionará la izquierda y sus medios no podríamos hablar y nos tendrían exactamente donde quieren tenernos. A mí no me van a tener en ese sitio. Al señor Feijóo le tienen, evidentemente, porque salió a hablar asustado y lo condenó inmediatamente.
P.- Dijo que las declaraciones eran «lamentables».
R.- Y las condenó, que es una palabra más dura que mi expresión. Es una pena, porque la izquierda les tiene exactamente donde quiere tenerles. Una izquierda que ha propuesto guillotinar al Rey, que ha escenificado la decapitación de Rajoy… Ante esa izquierda no se puede temblar ni tener miedo ni asustarse ni autocensurarse. Yo, desde luego, no voy a hacerlo. No voy a caer en el lenguaje que la gente no entiende y rechaza y que se usa para capar a los artistas.
P. -¿Pero usted colgaría a Sánchez de los pies?
R.- No, hombre, no. Yo a Sánchez le deseo un juicio justo, con jueces y fiscales independientes, por traición y cohecho. Le deseo el banquillo. Le hemos denunciado en el Tribunal Supremo por cohecho porque creemos que el político que amnistía a otros políticos a cambio de votos para mantenerse en el poder está cometiendo ese delito.
P.- Desde luego por traición podrían enjuiciarle y condenarle.
R.- No sé por qué es más fácil hacerlo, realmente, porque esto es como lo de Al Capone, que al final acabó enjuiciado por delitos mucho más leves de los que le correspondían.
P.- ¿Tendré que ir a entrevistarle la próxima vez a la prisión de Alcalá Meco o a Soto del Real?
R.- Creo que todas las posibilidades están abiertas en España. Estamos afrontando un momento verdaderamente complicado.
P.- Lo digo porque la Fiscalía le va a imputar un delito de odio a instancias del Gobierno, y ya sabemos de quién depende la Fiscalía, ¿teme acabar en la cárcel?
R.- Yo no temo nada, aunque acabe donde acabe, pero cuando un Gobierno afronta una deriva tan autoritaria puede acabar haciendo cualquier cosa. Por tanto, todas las posibilidades están abiertas. Cuando un Gobierno está dispuesto a sacar de la cárcel a los corruptos para mantenerse en el poder está muy cerca de meter en la cárcel a los inocentes para conservar ese mismo poder. Nosotros estamos dispuestos a todo menos a callarnos. Dicho lo cual, con la ley en la mano, no tiene ningún recorrido. Nadie puede tomarse en serio la denuncia del Partido Socialista. No sabemos qué hará la Fiscalía, porque ¿de quién depende? Pero no tengo duda de cómo se resuelve esto cuando llegue al Supremo. En realidad, la denuncia no es contra mí, es un ataque a los jueces del Tribunal Supremo. Lo que quieren desde el Gobierno es que los jueces del Supremo hagan lo único que pueden hacer, que es no hacer caso a esa denuncia porque no hay ninguna base, para luego decir que están con la ultraderecha. Ésa es la estrategia. Por eso no podemos estar pensando en qué hacemos o qué no hacemos, hay que ir al ataque contra este Gobierno y señalarlo y denunciarlo todos los días.
P.- Imagino que le llamará la atención que ese mismo PSOE que le denuncia por un delito de odio no hiciera lo mismo con Yolanda Díaz, que lamentó que en España no se hubiese guillotinado a Juan Carlos I, o con Irene Montero, que dijo que había que tirar a los Borbones a los tiburones, ¿qué le parece ese doble rasero?
R.- O con la ministra socialista que habló de colgar de la catenaria a Esperanza Aguirre. La izquierda siempre tiene un doble rasero y esas sí son expresiones claramente violentas, hay una gran diferencia. A mí no me sorprende el doble rasero, lo que me sorprende es la cobardía del simulacro de oposición que representa Feijóo.
P.-¿Feijóo es un cobarde?
R.- Creo que, en estos momentos, la actitud de oposición al Partido Socialista es de miedo. Y lo tengo que decir y lo lamento, porque yo he apoyado la investidura de Feijóo. Pero, claro, Feijóo está convocando movilizaciones en solitario, que respaldamos y a las que acudimos, se compromete con los españoles que salen a las calles…, y luego les estafa pactando con el PSOE la presidencia de las comisiones en el Congreso y en el Senado, incluso las comisiones mixtas.
P.- ¿No habló con usted para pactar esas comisiones?
R.- No han querido pactar nada, tienen más miedo que vergüenza y no quieren ninguna foto con nosotros. Nosotros no tenemos ningún ánimo de presidir una comisión, ya sabemos lo que hay detrás. Cada diputado que preside una comisión cobra 1.500 euros más. No tenemos ningún ánimo de que nuestros diputados cobren más, lo que queremos es levantar un muro frente a Pedro Sánchez.
P.- Bueno, igual sus diputados sí quieren cobrar 1.500 euros más al mes…
R.- Yo creo que no es su ambición, francamente. El problema es que el Partido Popular llega a acuerdos con el Partido Socialista mientras denuncia un ataque a la separación de poderes y a la igualdad de los españoles. ¿Y al día siguiente de denunciarlo llegas a un acuerdo? Hay una clara incoherencia y tendrán que explicárselo a los españoles. Nosotros no lo entendemos. Hemos ofrecido colaboración a Feijóo para dar una respuesta al golpe en los parlamentos, en los gobiernos autonómicos y en los foros internacionales, y la negativa es total.
P.- ¿Se verá usted con Feijóo o se verá antes Feijóo con Sánchez?
R.- No sé si me veré con él, yo creo que Feijóo no tiene ninguna gana y prefiere verse con Sánchez, y más aún después de esta campaña de difamación que le habrá asustado todavía más.
P.- ¿Pero se van a ver?
R.- No está en la agenda.
P.- ¿Y han hablado de verse en algún momento?
R.- Sí, hemos hablado de vernos. Pero me da la sensación de que Feijóo prefiere que nos veamos en secreto y con Sánchez se verá en público. Entonces, yo para citas secretas no estoy.
P.- ¿Qué le parece el pacto entre el PSOE y Bildu para echar a UPN de la Alcaldía de Pamplona y poner a ETA, a través de Joseba Asirón?
R.- Completamente lógico teniendo en cuenta que el presidente del Gobierno no tiene escrúpulos. Es una de las facturas que estamos pagando por la llegada de Pedro Sánchez al poder, igual que la amnistía. Son facturas que nunca paga Pedro Sánchez, las pagan los españoles, y demuestran la peligrosidad del presidente del Gobierno. Un tipo que pone a violadores en la calle, que pacta con los terroristas de dentro y que es aplaudido por los terroristas de fuera, por la organización más vil y criminal que hay en estos momentos sobre la faz de la Tierra, la que comete los crímenes más horrendos, que es Hamás. Esto es lo que tenemos, y ante esto no puede haber medias tintas, ni en el vocabulario ni en la oposición. Nosotros lo tenemos claro, pero estamos un poco solos.
P.- ¿Veremos a Txapote y a Henri Parot en la calle próximamente?
R.- Yo no descarto nada.
P.- ¿Forma parte de la hoja de ruta entre Bildu y el Partido Socialista?
R.- Y el Partido Nacionalista Vasco, no nos olvidemos, porque las competencias penitenciarias están transferidas y tienen capacidad para acelerar la salida de algunos presos. No tengo ninguna duda de que todos están en lo mismo. Es una relectura completa de nuestra historia, quieren hacer un relato que deslegitime el acuerdo del 78 entre los españoles. Pero más allá de las críticas que podamos hacer cada uno a la Constitución, que ha servido para convivir en paz y en libertad durante los últimos 40 años, quieren deslegitimar todo eso. Y para eso tienen que legitimar a toda esta gente y eso es lo que no podemos soportar.
P.- ¿Veremos ataques a la Monarquía por parte del Gobierno y sus socios en esta legislatura? ¿Intentarán cuestionar el modelo de Estado y acabar con la Monarquía parlamentaria?
R.- Creo que ya lo están haciendo. La Ley de Amnistía es un clarísimo ataque al discurso del Rey de 2017 y a los jueces y una deslegitimación de nuestro Estado constitucional. Eso ya se ha producido, pero no a las claras por parte del Partido Socialista, sino de tapadillo, a traición. Si no les paramos, acabarán haciéndolo.
P.- ¿Y cómo se para eso?
R.- Con una oposición coordinada en todos los órdenes. Tenemos que utilizar conjuntamente la fuerza que tienen Vox y el PP en las instituciones, en la calle y en los foros internacionales.
P.- ¿Y Feijóo no quiere hacer una oposición coordinada con usted?
R.- Parece que no. En ese caso, jamás habría sido posible un acuerdo con el Partido Socialista en las comisiones del Congreso. Ante un Gobierno que está haciendo todo lo que denunciamos, si de verdad es tan grave y nos creemos que hay un golpe de Estado, ¿cómo es posible llegar a ningún tipo de acuerdo con ellos? Claro que hay que levantar un muro frente al Partido Socialista, pero Feijóo está en el discurso de que no hay que levantar muros. ¿Cómo no vamos a levantar muros ante el ataque brutal a la Constitución y a la separación de poderes, frente a un Gobierno al que la mayoría de los jueces le han dicho que su Ley de Amnistía es el inicio del fin de la democracia, la abolición del Estado de Derecho, la supresión del Poder Judicial y la ruptura de la igualdad de los españoles? No hay término medio, no se puede aceptar la tibieza.
P.- ¿Cree que Feijóo se reunirá con Sánchez?
R.- Estoy convencido.
P.- ¿Y qué hará usted?
R.- Pues criticarlo y decirles a los españoles que hay otra oposición.
P.-¿Seguirán con la ruptura de las relaciones con Génova 13?
R.- Es que la ruptura de relaciones con Génova 13 es una ruptura del Partido Popular. Nosotros lo que hemos hecho es comunicarla. Es una ruptura propiciada por ellos, no con el Partido Popular con el que nos estamos entendiendo en las regiones, con las dificultades lógicas de cualquier coalición. Nosotros no vamos a tomar ninguna decisión alocada que acabe perjudicando a los españoles en Aragón, en Castilla y León, en la Comunidad Valenciana, en Baleares… Vamos a seguir apoyando esos gobiernos siempre que se cumplan los pactos que han permitido las investiduras. No vamos a tomar una decisión contra esos gobiernos por los errores de Feijóo. Son muchos Partidos Populares distintos.
P.- ¿Con Ayuso se entienden?
R.- Bueno, con Ayuso no hay tanto entendimiento porque no le hace falta, tiene mayoría absoluta.
P.- Con Azcón, con Prohens…
R.- El entendimiento es satisfactorio y aceptable.
P.- ¿Con María Guardiola?
R.- También, Guardiola ha cambiado mucho su posición y no tenemos ningún reproche. Es verdad que hay alguna insatisfacción en Baleares por el voto en contra del PP en materia lingüística, pero espero que lo podamos resolver.
P.- En caso contrario, ¿no aprobarán los Presupuestos?
R.- Para nosotros la recuperación de la libertad de elección lingüística en Baleares es imprescindible.
P.- Cuando se habla de la extrema derecha se habla de Milei, de Bolsonaro, de Trump, de Meloni, de Orbán… Cosas bastante variopintas. En Hungría, en Italia y en Argentina han hecho los deberes. En Francia, Marine Le Pen puede ser la próxima presidenta, y Trump, en EEUU. ¿Cuándo van a dar ustedes el paso?
R.-El paso lo tienen que dar los españoles. Nosotros ya hemos dado el paso al frente y observamos con envidia los triunfos de nuestros aliados. Pero creemos que esas victorias van a ser también muy importantes para Vox, van a dar ánimo a muchos españoles a la hora de respaldarnos, porque van a ver qué es lo que está triunfando en todo el mundo y lo que va a traer soluciones. Nosotros haremos un gran esfuerzo, hemos levantado la bandera y esperamos encontrar el apoyo de nuestros compatriotas, que llegará.
P.- Sí, pero en las últimas elecciones cayeron 19 escaños…
R.- Caímos dos puntos y medio y muchos más escaños de los que correspondían, por la ley electoral. El PP nos atacó durante toda la campaña mientras la izquierda se entendía. Con sus medios afines se dedicaron a la demonización de Vox mientras tendían la mano a Pedro Sánchez. Eso tiene consecuencias. Como la publicación de encuestas falsas, que decían que el Partido Popular iba a tener mayoría absoluta. Luego pasa lo que pasa, que la gente se queda en casa y no vota.
P.- ¿Tuvo algo que ver en el resultado la ausencia de Feijóo en el segundo debate? Le dejó solo ante el peligro…
R.- Creo que también influyó, por supuesto. Y la ausencia en ese debate mostró de nuevo el miedo a comparecer en una foto conjunta, a ser señalado junto a Vox. Eso no es bueno, y los españoles no lo aprecian.
P.- ¿Qué sintió cuando vio que Feijóo no iba estar en el debate?
R.- Durante toda la campaña sentí lo mismo, que el PP estaba más empeñado en matar a Vox que en derrotar al Partido Socialista. De hecho, ofrecía permanentemente un acuerdo al Partido Socialista. Y creo que ése fue el gran error de la campaña, que lo hemos pagado todos.
P.- ¿Cuánto cree que va a durar Sánchez en el poder?
R.- No soy capaz de hacer de adivino, pero por voluntad de los traidores y renegados que lo han apoyado duraría todo lo posible, porque ellos quieren todo el mal posible para España. Quieren una España débil y gobernada por un tipo sin escrúpulos, y eso lo tienen con Sánchez. Le harán pagar todas las facturas, lo zarandearán, le harán sufrir, pero les interesa mucho que Sánchez siga en el poder. Ahora bien, no me atrevo a hacer un pronóstico. Cuando hay un pacto entre traidores y mentirosos puede pasar cualquier cosa.
P.- ¿Quiénes son los traidores y quiénes los mentirosos?
R.- Todos son traidores y mentirosos.
P.- ¿El Partido Popular también?
R.- No, me refiero al pacto de Gobierno. El Partido Popular merece otro análisis diferente. Yo me estaba refiriendo a la investidura. Lo del PP es incomprensible. Es una incoherencia y una tibieza insoportable la del señor Feijóo. Insisto, no se puede sacar a la gente el domingo a la calle a protestar contra Sánchez diciendo que hace cosas terribles y el lunes pactar con él. Es inaceptable.
P.- Si hay unas nuevas elecciones y Feijóo tiene la posibilidad de gobernar, ¿contará con sus votos para echar a Sánchez?
R.- Yo lo que intentaré es ganar esas elecciones.
P.- ¿Y si no lo hace y queda primero Feijóo?
R.- Si no lo hago, ya veremos. En política no tenemos que hacer de comentaristas ni de adivinos.
P.- En las elecciones del 23 de julio, se habló de la posibilidad de que ustedes no concurrieran en ocho provincias, en las que la congregación de partidos en la derecha favorecía al PSOE. En unas próximas elecciones, ¿aceptaría retirarse en algunas provincias para no perjudicar al voto de derechas?
R.- Eso es mercancía averiada del PP, lo propagó el PP. Feijóo jamás me planteó eso, lo hablamos en una reunión posterior a las elecciones. Pero, dicho eso, Feijóo también podría retirarse de aquellos lugares, por ejemplo Cataluña, donde Vox tenía diputados y ellos no. Nosotros estamos dispuestos a lo que sea necesario para echar a Pedro Sánchez y a llegar a acuerdos con aquellos que no son exactamente iguales que nosotros. Lo hemos demostrado en las regiones. Siempre hemos tenido la mano tendida, pero nos hemos encontrado con el desprecio o el abuso en la mayor parte de las ocasiones. Y ése no es un buen modo para llegar a acuerdos.
P.- ¿Qué le parece la política del Gobierno con el pueblo de Israel, agredido salvajemente el 7 de octubre? ¿Y qué le parece la reacción del PP ante esta entente entre el Gobierno y Hamás?
R.- Hamás es una organización criminal que representa el mal absoluto, son terroristas que decapitan, que violan y matan a mujeres, que graban los crímenes en directo con los móviles de sus víctimas y los emiten en sus redes sociales… Estamos ante un terrorismo que representa el mal total, yo no he visto nunca nada igual a lo que vi en la visita que hice recientemente a Israel. Cuando esos animales te felicitan por tu posición te estás equivocando. Es un bochorno que Pedro Sánchez haya sido felicitado por Hamás.
P.- OKDIARIO ha publicado que el hijo de Esteban González Pons, vicesecretario de Acción Institucional del PP, fue con 25 años representante en España de la mayor gasista del mundo, Gazprom, que es el gran imperio empresarial de Putin, ¿qué le parece?
R.- Raro, raro, raro.
P.- ¿Era el testaferro de su padre?
R.- No lo sé. Lo que sí sé es que muchos políticos de la Unión Europea han sido comprados por Qatar, por Marruecos o por Rusia. Trump lo advirtió en relación al problema de la energía en Europa y a la política energética alemana de acabar con las nucleares. Después hemos sabido que los rusos tenían incluso comprados a los grupos ecologistas alemanes antinucleares. Pero también a primeros ministros como Schröder. El PP tendrá que dar explicaciones, porque evidentemente es muy extraño y muy sorprendente. Lo cierto es que por culpa de la rendición en materia energética, los españoles pagan facturas energéticas mucho más caras. Ésa es la realidad.
P.- ¿Qué medidas van a tomar para escudriñar qué ha pasado con González Pons y Gazprom?
R.- Creo que ustedes tienen muchos más medios que nosotros para saber qué ha pasado y a qué obedece ese nombramiento. Nosotros, desde luego, en la medida de nuestras posibilidades intentaremos conocerlo.
P.- ¿A través de una comisión de investigación?
R.- No nos lo hemos planteado, pero podemos estudiarlo.
P.- ¿Qué va a pasar con Vox en las elecciones europeas?
R.- Ya he dicho que no me atrevo a hacer vaticinios, pero lo que representa Vox responde a verdades inmutables y a realidades de la sociedad española, incluso de todo Occidente. Lo que defiende Vox no es una moda. Ha habido partidos muy pasajeros porque respondían a modas, Vox responde a principios muy fuertes, a problemas de las sociedades europeas relacionados con la inmigración, las políticas energéticas o la soberanía, que están ahí y que van a seguir. Y lo que espero es que Vox tenga cada vez más apoyos.
P.- ¿Pero aspira a repetir resultados o se pegarán un batacazo como el 23J?
R.- Aspiro a mejorarlos.
P.- ¿Qué van a hacer en materia de inmigración para frenar esta avalancha imparable?
R.- Los gobiernos tienen capacidad para proteger mucho mejor sus fronteras y detener el efecto llamada. Es posible activar mecanismos de vigilancia en el mar para que los inmigrantes ilegales sean interceptados y devueltos al puerto cercano más seguro. Tenemos no sólo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, también a la Armada. Deberíamos dar más apoyo a quienes tienen que defender las fronteras y detener de una vez por todas la ayuda a las ONG que colaboran con el tráfico de seres humanos. Y eso depende en gran medida de los Estados y también de las autonomías. Algunas ONG reciben subvenciones de las autonomías y nosotros estamos muy encima para que eso no ocurra. En materia europea son muy importantes los resultados de las próximas elecciones. Si nuestro grupo y otros que cuestionan las políticas de puertas abiertas a la inmigración ilegal y masiva obtienen un mejor resultado se podrá invertir la tendencia y habrá políticas de defensa de las fronteras en la Unión Europea. Estamos ante uno de los momentos más importantes para el futuro de la Unión Europea. O se cambia el rumbo o no tendrá futuro.
P.- ¿Por qué se fueron de Vox Macarena Olona e Iván Espinosa de los Monteros? No se ha visto una explicación razonable o creíble.
R.- Lo han explicado ellos y a ellos habrá que preguntarles. Pero lo importante es que en Vox hay relevo, cantera, y hay muchísimos españoles comprometidos. Vox no es un partido de nombres, es un partido de ideas y principios. Hoy estoy yo, en el futuro habrá otros.
P.- ¿En el futuro dentro de cuánto?
R.- No lo sé, ¿me quiere echar ya?
P.- No, no, usted lo dice y yo le pregunto.
R.- Es usted un poco mayor que yo… (Risas) Lo importante es lo que se defiende y hay que contar con las personas que están dispuestas a darlo todo. Es muy difícil estar en Vox, estar en el primer plano mediático todos los días. Esta semana me ha tocado a mí. En su momento le tocó a Iván y les ha tocado a otros, a los que han machacado y han intentado destruir.
P.- Y tienen que ir fuertemente escoltados para que no les ataquen.
R.- Bueno, ésa es la parte física, pero…
P.- Sí, pero eso no pasa con los dirigentes de otras formaciones.
R.- Claro, pero luego está la difamación… Es muy duro. Éste es un proyecto a largo plazo en el que no podemos obtener beneficios electorales inmediatos.
P.- ¿No siente que el corpus ideológico de Vox se ha empobrecido intelectualmente con la salida de Espinosa y Olona?
R.- No, tenemos una portavoz extraordinaria, también en el Parlamento Europeo, en Cataluña… No, no se ha empobrecido. Cada vez entra más gente nueva y estoy muy tranquilo. Y soy muy comprensivo con la gente que, en un momento dado, decide que le toca hacer otra cosa en la vida. Porque, insisto, es muy duro, no sólo por razones de seguridad personal. Para muchas personas es verdaderamente insoportable ser cuestionado todo el día en los medios de comunicación.
P.- ¿Va a seguir yendo a Ferraz?
R.- Pues iré de vez en cuando, cuando pueda, pero parece que allí van a dar las uvas. Es sociológicamente muy importante, muestra el hartazgo del que hablaba en esa entrevista tan famosa desde Argentina. Estoy convencido de que hay un antes y un después de esta traición de Pedro Sánchez y de la Ley de Amnistía. Le abuchean en la calle y hasta en el Parlamento Europeo. Ni a la presentación de su libro puede ir sin que la gente le recuerde lo que está haciendo. Y eso implica un gran movimiento social en España. Las movilizaciones en Ferraz ya duran más que las del 15M.
P.- ¿Sigue haciendo un llamamiento a la gente para que vaya a Ferraz?
R.- Yo pido la movilización permanente. Hemos convocado manifestaciones, he apoyado las convocatorias en solitario del Partido Popular y respaldo cualquier movilización de los españoles.
P.- Ha dicho que la gente va a ir a tomar las uvas allí, ¿usted estará?
R.- He leído estos días que había gente organizándose para el cotillón de Nochevieja. Yo estaré con mi familia, que es donde tengo que estar.