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Inmigración

600 inmigrantes ilegales rocían con cal viva a Guardias Civiles para asaltar la valla en Ceuta

Veintidós agentes de la Guardia Civil han resultado heridos, cuatro de ellos con quemaduras importantes, tras el asalto a la valla de Ceuta de más de 600 inmigrantes ilegales esta pasada madrugada, que han empleado cal viva y lanzallamas caseros contra los miembros de la benemérita, según fuentes del instituto armado.

Fuentes sanitarias del Hospital de Ceuta confirman a OKDIARIO que se ha movilizado a personal de urgencia para atender a los guardias civiles «bastante jóvenes» a los que los inmigrantes han rociado con cal viva. Quemaduras en brazos y ojos y trastornos respiratorios son las lesiones más severas por las que se está tratando a algunos de los agentes quienes a su llegada aseguraban «no nos podíamos imaginar lo que ha pasado».

Fuentes de la Guardia Civil han destacado la novedad del método empleado por los inmigrantes ilegales en este nuevo asalto a la frontera española con Marruecos. Hasta la fecha habían denunciado el incremento de la violencia empleada por los inmigrantes para tratar de sortear las valla. En el incidente han usado, además, elementos habituales para cortar la alambrada como cizallas y palos.

En un comunicado oficial emitido al respecto de los hechos sucedidos, la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denuncia que los inmigrantes «han rociado con cal viva que traían en cubos» directamente vaciados sobre los agentes. Incluyendo un nuevo producto a su catálogo que, generalmente se circunscribía a «.excrementos, sangre y orín» 

Esta asociación profesional señala que ya advirtieron de que el anuncio de la retirada de las concertinas de las fronteras de Ceuta y Melilla «iban a traer problemas de seguridad» sin que se pusieran en marcha medidas adicionales como un aumento de la plantilla y más material de autoprotección.

Otras fuentes policiales confirman a OKDIARIO que los protocolos de actuación en estos casos «no autorizan a usar medidas de contención o material antidisturbios» y ello, unido a la escasez de efectivos destinados a las labores de vigilancia fronteriza en un punto caliente como son las vallas de Ceuta y Melilla -aunque no han querido concretar los datos operativos concretos- facilita las cosas a los asaltantes.

El salto masivo se produjo hacia las seis de la mañana, momento en que unos 400 inmigrantes -que llevaban presionando la zona desde las 2 de la madrugada, hora a la que se activan las cámaras térmicas preventivas- dispersados en grupos de entre 75 y 100 hombres, consiguieron burlar la seguridad de la valla.

El salto se ha producido en la zona fronteriza próxima a la conocida como Finca Berrocal, lugar donde los inmigrantes tienen una mayor facilidad para llegar hasta el perímetro debido a zonas ciegas donde las cámaras no pueden detectarlos.

Los inmigrantes que lograron acceder a Ceuta se dispersaron a la carrera y se dirigieron al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Tras este episodio, la capacidad del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) vuelve a verse desbordada con cerca de 1.200 personas, más del doble de su capacidad.