Un independentista enloquece cuando le arrancan las cruces amarillas que colocaba: «¡Déjalas cabrón!»
La escena comienza a ser habitual en playas, rotondas y, en general, en cualquier lugar de Cataluña. Un independentista intenta colocar una cruces amarillas, símbolo de los ex consellers golpistas encarcelados, y enloquece cuando un catalán, favorable a la Constitución, se las quita: «¡Deja las cruces cabrón!».
El vídeo se ha grabado en una rotonda cerca de la localidad de Berga (Barcelona) en una ocupación más de un lugar público para utilizarlo con fines políticos. El pasado 24 de julio, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) vetaba que se pudiera hacer uso partidista de lugares públicos. Conocedor de esta sentencia, como se puede comprobar en el vídeo, el ciudadano que arranca las cruces plantadas por el independentista le recuerda que la rotonda «es de todos los catalanes».
El independentista de las cruces –con polo color crema y vaqueros claros– no entra en razón. Y asegura que ese lugar no le pertenece a los catalanes. El nivel de tensión sube cuando comprueba que el ciudadano contrario al uso de los espacios públicos para plantar las cruces amarillas se marcha con dos de las estacas. «Esto es libertad de expresión», dice el independentista, a lo que el otro le pregunta: «¿Esto es tuyo?», con la sorprendente respuesta del soberanista: «¡Sí!».
Cuando, impotente, ve que se le llevan las cruces amenaza con una que sujeta con sus manos con golpear a la persona que está evitando la performance independentista. Es en ese momento cuando, además, intenta que no se marcha con las cruces arrancadas anteponiendo una estaca e impidiendo que el otro avance.
Finalmente, el constitucionalista introduce las cruces amarillas ‘confiscadas’ en su vehículo y se dispone a abandonar el lugar. Acto seguido, el frustrado independentista se pone delante del coche y advierte que no se moverá hasta que le devuelvan el material golpista. De nuevo, el chico que ha evitado la ‘plantada’ de cruces amarillas le recuerda que hay una sentencia del TSJC que veta cualquier uso de los espacios públicos con fines partidistas. La acción finaliza con una llamada a los Mossos d’Esquadra ante la actitud violenta y las amenazas del independentista a la persona que le ha quitado las cruces amarillas.
Cada vez son más los catalanes que, hartos de la usurpación por parte de los independentistas de las calles, playas y plazas, se enfrentan a éstos quitando lazos y evitando, como en esta ocasión, que pongan cruces amarillas a su antojo.
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