Economía
Caso Cenyt

Villarejo dice que nunca se reunió con Francisco González y que su contacto en BBVA era Corrochano

El comisario solo ha reconocido que su contacto era el jefe de seguridad de BBVA Corrochano, con quien despachó "en varias ocasiones" y con quien "firmó los contratos".

El comisario José Manuel Villarejo ha asegurado este miércoles ante el juez y la Fiscalía Anticorrupción que él nunca se ha reunido con el expresidente de BBVA Francisco González ni tampoco habló con él, dado que su contacto en la entidad financiera era el jefe de seguridad, Julio Corrochano.

El abogado del policía, Antonio José García Cabrera, explicaba el contenido de la declaración de Villarejo, investigado por los servicios que su empresa, el grupo Cenyt, dio al banco durante aproximadamente 13 años a cambio de importes que superarían los 10 millones de euros.

Preguntado por la implicación de González, el letrado ha incidido en que el origen de las instrucciones para contratar a Villarejo habrá de determinarlo el juez, porque el comisario sólo ha reconocido que su contacto era Corrochano, con quien despachó «en varias ocasiones» y «con quien se firmaron los contratos».

Villarejo ha señalado que los servicios que Cenyt daba al BBVA como «recuperación de saldos de morosos» eran «una actividad totalmente lícita» y también ha indicado ante el juez el encargo relativo a frenar la entrada de Sacyr en el Consejo de Administración de la entidad. Para evitar esto, se produjeron seguimientos a políticos, empresarios y periodistas.

«No se hizo ningún tipo de espionaje sino un encargo de Estado en interés de la soberanía nacional, económica y política de España. Le fue encargado por los servicios de inteligencia y no se enmarca como espionaje sino como una labor defensiva del banco en sus propios intereses», señala García Cabrera.

Insiste en que la posición que Villarejo ha defendido ante el juez es que «la inteligencia española le encargó esos informes» sobre la entrada de Sacyr y los confeccionó «en el marco de una actuación legítima que realizaba el banco, una labor defensiva ante una OPA que parecía del todo injustificada».

Entiende así el comisario que «lo que se defendió eran intereses generales de España en virtud de los cuales el señor Villarejo tenía encargado en parte, la realización de esa actividad».