Economía
Economía

La última trola de ‘Pinocho’ Sánchez: los españoles pagarán más que en 2018 tras subir la luz un 300%

La electricidad ha sido una de las muchas asignaturas pendientes del Gobierno de Pedro Sánchez en 2021. El precio de la luz subió al inicio de año por la irrupción de la borrasca Filomena hasta alcanzar los 90 euros/MWh. Una anécdota si se compara con los máximos alcanzados este diciembre, cuando el precio medio en el pool ha llegado a rozar los 400 euros/MWh. ¿El resultado? Este año la luz se ha disparado un 300%, convirtiendo la promesa que hizo Sánchez a los españoles de que se pagaría lo mismo que en 2018 en una mentira más.

Con la borrasca Filomena, que afectó a toda España durante la segunda semana de enero, los precios de la luz se dispararon hasta alcanzar los 90 euros/MWh. El presidente del Gobierno dio la callada por respuesta y como durante los meses de febrero y marzo los precios de la luz se estabilizaron, la controversia sobre la subida eléctrica se apaciguó… Hasta el mes de junio, cuando entró en vigor el tarifazo de Sánchez. ¿Su objetivo? Incentivar un consumo eficiente de electricidad trasladando la demanda hacia las horas ‘valle’ frente a las ‘punta’. Lo de poner la lavadora de madrugada o en fines de semana.

Sin embargo, fue a partir de ese momento cuando el precio de la luz se desbocó, dejando en una broma las subidas de enero. Ante la subida experimentada durante los meses de agosto y septiembre, el Ejecutivo socialcomunista tuvo que asumir la realidad y se vio obligado a aplicar una serie de rebajas fiscales. Bajó el IVA de la electricidad del 21% al 10%; suspendió el impuesto a la generación eléctrica, que es del 7%, y bajó el impuesto especial de electricidad que reciben las comunidades autónomas a un mínimo del 0,1%.

Pero los precios seguían disparados. En octubre se batieron todos los récords, subiendo por encima de los 200 euros por megavatio hora dos de cada tres días. Para un consumidor acogido a la tarifa regulada, la factura de la luz se situó por encima de los 86 euros, superando los casi 75 euros pagados en septiembre.

El título del mes más caro se lo lleva diciembre. El último mes del año comenzó marcado por una gran volatilidad, con caídas en la media de algunos días hasta el entorno de los 100 euros/MWh y con ciertos repuntes que superaban ampliamente la cota de los 200 y los 300 euros/MWh. Ante estas fluctuaciones, la factura de la luz en diciembre será la más cara de la historia, alcanzando de media los 119,17 euros. Si se comparan los precios de principios de año -cuando registró 42,51 euros/MWh- con los máximos históricos marcados durante las últimas semanas, el precio de la electricidad se ha incrementado en un 300% en el año.

Sánchez no cumple

Sánchez no cumple, algo que ya ha admitido a regañadientes. Ha reconocido que tres de cada diez consumidores pagarán más, pero ha hecho un encaje de bolillos para proclamar en una rueda de prensa este miércoles que «cumplimos nuestra promesa». Descontar la inflación, hacer la comparación con la media de todos los consumidores, o elegir el año más caro de la década como referencia son algunas de las trampas-inútiles- a las que ha recurrido Sánchez para fingir que cumple su promesa.

Uno de sus matices fue que había que descontar la inflación. Con esta jugarreta, las cuentas le salen al Gobierno puesto que el IPC ha subido un 6,7% este año y en 2018 se redujo un 0,3%: así, calcula que este año se pagarán 613 euros frente a los 635 de 2018 -descontada la inflación y por término medio-. Posteriormente, Sánchez matizó que su promesa se refería al precio medio de la electricidad que pagan todos los hogares españoles. En España hay cerca de 10,5 millones de hogares en el mercado regulado y 16,2 millones en el mercado libre. Al bajar los cargos, los usuarios que están en el mercado libre pagaron menos, diluyendo a las personas que están en el mercado regulado -que no están viendo aminorar su factura-, y haciendo que la media general sea menor que en 2018.

Pero esas cuentas no sirven para más de tres millones de españoles que están acogidos a la tarifa regulada: superarán el precio abonado en 2018 y pagarán 142 euros más. «Si descontamos la inflación y calculamos el precio medio de todos los hogares, cumplimos», dijo Sánchez este miércoles.