Economía

El retraso en la subida de tipos hasta verano de 2019 complica aún más la privatización de Bankia

Este jueves, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se comprometió a no subir los tipos de interés al menos hasta después del verano de 2019. Una mala noticia para Bankia, pues su calendario de privatización -que marca 2019 como fecha límite- está muy ligado a la evolución de un negocio que depende de los tipos que marca Fráncfort para mejorar sus márgenes.

La banca es uno de los sectores más perjudicados por la política de tipos bajos mantenida por el BCE puesto que penaliza su negocio tradicional al reducir sus márgenes. Es por eso que las entidades financieras no están pasando por su mejor momento a nivel bursátil.

El Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), tiene el compromiso de vender el 61,15% de su participación en Bankia antes de finales de 2019. El objetivo es recuperar parte del rescate financiero que les costó a los contribuyentes más de 22.400 millones de euros. En la sesión de este jueves, Bankia fue la más perjudicada con una caída superior al 2%. Con sus acciones cotizando a 3,39 euros, el Gobierno no encuentra el momento adecuado de vender a un precio razonable para el contribuyente.

El problema es que los continuos retrasos en las subidas de tipos lastran el recorrido en bolsa de las entidades y, de hecho, si el Estado decidiese deshacerse ya mismo de un paquete de acciones exactamente igual que el que vendió en diciembre, sacaría 150 millones de euros menos que por aquel entonces. Mientras, los bajistas aprovechan la oportunidad para que la entidad no recupere el valor óptimo para esa salida del Frob. Ese es uno de los motivos por los que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no llevó a cabo ninguna desinversión recientemente, algo que sin duda tendrá en cuenta Pedro Sánchez.

La presión para que el Estado no pierda dinero por un rescate multimillonario es fuerte. De hecho, el que fuera director general financiero y de riesgos de Caja Madrid y de Bankia, Ildefonso Sánchez Barcoj, aprovechó recientemente la tensión que genera en la opinión pública este asunto para pedir en el Congreso que se recuperen todas las ayudas públicas inyectadas en la entidad rescatada antes de privatizarla: «Si este Parlamento puede hacer algo, no les pongan una soga en el cuello de que hay que vender rápidamente, porque entonces sí que se va a perder el dinero».

La fecha límite pactada con la Comisión Europea para que el Estado venda toda su participación en Bankia es diciembre de 2019, por lo que la entidad tan sólo dispondrá –en el mejor de los casos– de un trimestre de margen tras la primera subida de tipos del BCE. No obstante, el Gobierno podría solicitar una prórroga a Bruselas con el objetivo de tratar de optimizar las ganancias y reducir el coste para el contribuyente.