Economía
Duda de la fórmula contable

El auditor advierte a Renfe por anotarse beneficios millonarios en el AVE a La Meca pese a estar a medio gas

No está a pleno rendimiento todavía, no tiene las frecuencias diarias previstas en el plan de negocio entre las ciudades santas de La Meca y Medina, la línea ha estado durante dos meses cerrada en 2019 por un incendio en una estación… pero Renfe se ha anotado ya sus primeros beneficios millonarios en el dudoso negocio de Arabia Saudí: 4,3 millones de euros, con una facturación de 56,2 millones, según las cuentas del año pasado publicadas por la compañía.

Se trata de sus primeros beneficios importantes, pero ya en 2018 se apuntó 0,3 millones de euros de ganancias pese a que el servicio se inauguró el 25 de septiembre y sólo con un puñado de frecuencias unos días a la semana. En 2019 ya se han puesto en funcionamiento más trenes, más frecuencias y más días, pero aún no está a pleno rendimiento. Un ejemplo: las semanas clave del Ramadán, ‘temporada alta’ para ellos, primera vez en servicio, se subieron al AVE un total de 132.557 personas.

El ‘truco’ es que Renfe se anota los ingresos y los beneficios en base a la realización de estimaciones del grado de avance del proyecto, según refleja en sus cuentas, no sobre los ingresos reales. Esto ha motivado la advertencia por primera vez del auditor, KPMG: «La metodología para determinar el avance hace que se tengan que realizar estimaciones significativas en las que se incluyen el coste total previsto de los contratos, costes remanentes de finalización, el ingreso total de los contratos, riesgos de contratos, así como otros juicios y estimaciones que han de considerarse a lo largo de todo el periodo en el que se prevé que se desarrollará cada proyecto, que en el presente se extiende hasta los 12 años».

Por esta razón, la auditora, señala que «dada la relevancia de las rúbricas en las cuentas anuales, la complejidad de su registro contable y el elevado grado de incertidumbre que conllevan las estimaciones en que se basa la determinación de ingresos y gastos pendientes, hemos considerado cuestión clave de auditoría la determinación del grado de avance». En la auditoría de 2018 no alertó sobre esta situación.

La cuestión no es baladí para Renfe debido a las dudas sobre la rentabilidad del proyecto. El diseño de la explotación de la línea de alta velocidad se hizo en base a unas previsiones que ya se han modificado en varias ocasiones. Primero, se pensó en hasta 60 millones de pasajeros al año, 166.000 al día -en 2019 en todo el Ramadán se vendieron 132.000 billetes-. Luego se ha rebajado a la mitad y, posteriormente, aún más. Sin olvidar que se compraron trenes a Talgo pensando en esa cantidad de pasajeros y de frecuencias diarias.

Con el resultado real del número de viajeros que se suben al AVE las dudas sobre la rentabilidad y las pérdidas que le pueden generar a Renfe aumentan, aunque la operadora española consiguió ampliar a 12 años el tiempo de explotación de la línea, lo que da más opciones de que el proyecto no se convierta en un lastre para la firma que preside Isaías Táboas.

Peor en 2020

La situación es peor en 2020. Desde el 20 de marzo la línea está cerrada por orden del Gobierno local como una medida más para frenar la expansión del virus. En principio aseguraron que se abriría en septiembre, pero todavía sigue cerrada a cal y canto a día 21 de octubre. Tampoco se ha anunciado de momento el día en el que se empezarán a vender de nuevo los billetes. Esto está golpeando las cuentas de Renfe, que está negociando una compensación con el reino alauí, según adelantó ‘El Economista’.

Renfe ya prevé pérdidas para este año por la situación de crisis en España, lo que será agravado por el parón en Arabia y por el pésimo estado de su división de Mercancías.

Mercancías ha registrado unas pérdidas de explotación de 17,6 millones de euros el año pasado. Según el auditor, Renfe no ha realizado una cuestión contable clave: incluir el deterioro de los activos de su división de Mercancías.