Según un informe de Randstad

La recuperación de los bares y restaurantes se retrasará hasta el primer trimestre de 2023

indemnizaciones hosteleros
La Plataforma de Empresarios afectados por el Covid-19 denuncia la "nefasta" gestión de Sánchez

Sin duda los bares y restaurantes han sido los más castigados por la crisis del Covid-19. Un sector que no ve la luz al final del túnel y que, pospone la recuperación total de su actividad para el primer trimestre de 2023, según el último informe publicado por Randstad Research.

El impacto de la crisis sanitaria en el sector se refleja en los datos: tan sólo el 6% de los bares y restaurantes ha conseguido mantener su nivel de actividad, en comparación con el 40% de los comercios y establecimientos de otros sectores.

En el plano laboral, la restauración muestra los peores datos del mercado: siete de cada diez trabajadores siguen actualmente en ERTE -un 71%-, lo que duplica los trabajadores en ERTE del resto de sectores, que en estos momentos suponen el 30%.

Así, según las 1.300 empresas encuestadas por la agencia de colocación Randstad, las mayores medidas de apoyo que servirían de salvavidas al sector serían, en primer lugar, ayudas directas del sector, una asignatura pendiente del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que lanzó un paquete de ayudas directas un año después del estallido de la pandemia que no termina de llegar a los afectados.

En segundo lugar, las compañías reclaman ayudas fiscales -deducciones en el IRPF, cuota de autónomos- y por último, exigen al Gobierno que se extiendan los ERTE para poder ir recuperando la actividad de manera paulatina sin poner en riesgo puestos de trabajo.

Esta última petición va ligada a las perspectivas de recuperación del sector. En el segundo trimestre de 2021, sólo se espera la recuperación de la actividad del 15% de los bares y restaurantes frente al casi 50% de reaperturas que se dan en el resto de sectores. De esta forma, y con una recuperación tardía si se compara con otros sectores, no será hasta el primer trimestre de 2023 cuando será efectiva la recuperación de la actividad de, al menos, el 85% de los bares y restaurantes en España. El resto seguirá sufriendo las consecuencias de la crisis.

La hostelería representa el 6,2% de los créditos concedidos a empresas

La actividad hostelera ha visto crecer su endeudamiento en 8.537 millones de euros en 2020. Han pasado de tener créditos por valor de 26.950 millones de euros en diciembre de 2019 a casi alcanzar los 35.490 millones de euros al cierre de 2020. Esto es un incremento del 31,7%. Es el segmento con la tasa de variación anual más alta dentro y fuera del sector servicios.

La cartera de créditos al sector hostelero ya presentaba una tendencia alcista desde un año antes de la llegada del Covid-19, creciendo de promedio algo más del 5%. El efecto de la pandemia ha precipitado el ritmo de crecimiento. Actualmente, la hostelería representa el 6,2% del total de la cartera de créditos concedidos a actividades productivas.

Pese al fuerte incremento del saldo de crédito a las empresas hosteleras, el volumen de la cartera calificada como dudosa no sólo no ha crecido, sino que se ha reducido en unas décimas, pasando de una tasa de morosidad del 5,8% en diciembre 2019 a una del 5,4% en el cierre del último ejercicio. Es decir, que los hosteleros cumplen a pesar de que el Gobierno de Pedro Sánchez les ha abandonado.

No obstante, el sector ha sido tan castigado en el último año y medio que es es muy previsible que la mora tienda a subir en unos meses.

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