Economía
Empleo

¿Puedes negarte a trabajar más por el mismo sueldo?

Cuando se firma un contrato con una empresa, o durante el tiempo que se trabaja en ella, suelen surgir muchas dudas en diferentes situaciones, por lo que conviene conocer muchas de ellas en términos generales para saber cómo actuar si llega el momento en el que te sucede a ti. Si alguna vez te has preguntado si puedes negarte a trabajar más por el mismo sueldo, sigue leyendo y te resolvemos las dudas sobre esta situación tan importante que puede sucederle a cualquiera… ¡toma nota!.

¿Realmente puedes negarte a trabajar más por el mismo sueldo?

Todos los trabajadores tienen sus funciones definidas cuando firman el contrato, y una vez en la rutina del trabajo pueden surgir muchas situaciones que requieran trabajar más o en otras funciones, ya sea de forma puntual o como parte de la rutina de cada día. Normalmente no debería pasar nada por un día tener que hacer algo que no es habitual en tus funciones, por echar una mano, pero cuando se convierte en algo más muchas personas tienen la duda de si están obligadas o no a trabajar más si no se les ofrece un aumento de salario.

Si te añaden más funciones, si tienes que trabajar más, es obvio que lo lógico también es que se incremente el salario, ya que estás trabajando más por el mismo dinero, pero ¿puedes realmente negarte a hacer ese trabajo extra que te pide la empresa?. También puede ser que el exceso de trabajo no se deba a tener más tareas si no a que las tuyas se complican y requieres más tiempo para desarrollarlas, por lo que tienes que quedarte más horas para poder cubrir todo ese trabajo, lo que igualmente hace que también trabajes más.

Es muy habitual que las empresas te ofrezcan más responsabilidades o tareas por «la gran confianza que tenemos en ti», pero esa petición de más trabajo disfrazada de confianza no suele ir acompañada de un aumento en el sueldo, por lo que el consejo de los expertos en relaciones laborales es que no accedas sin más a asumir todas estas nuevas tareas o responsabilidades que te quieren «encasquetar», ya que al final se van a consolidar como parte de tu trabajo sin que hubieras negociado por ellas. Negarse no es fácil, por lo que te conviene hacer un repaso a todas tus tareas y la descripción de tu puesto para saber si tienes obligación de hacerlas.

Un buen truco para negarte a asumirlas es recurrir al argumento de la profesionalidad, que eres tan profesional que no quieres asumir más volumen de trabajo por si no te diera tiempo a atenderlo todo y algunas tareas se quedaran sin hacer. Si ves que no te va a ser posible deshacerte de ese trabajo extra, está bien que establezcas unas condiciones por escrito y una fecha límite para realizarlo «gratis», ya que no importa si en una campaña especial se hace un esfuerzo, pero que se convierta en algo habitual es algo que hay que pagar.