Economía

El ‘procés’ hunde las ventas del lujo en Barcelona un 35%: «Los turistas no se sienten bien recibidos»

Las ventas de artículos personales de alta gama en Barcelona cayeron hasta un 35% en el cuarto trimestre de 2017, impactado por la inestabilidad política de Cataluña, lo que provocó una desaceleración del crecimiento general del ejercicio. Así lo afirma Claudia D’Arpizio, socia de Bain & Company, que ha presentado el informe ‘Spanish Excellence: Today & Tomorrow’ en Madrid junto a Carlos Falcó, presidente de Círculo Fortuny. La directiva explica que «los turistas internacionales no se sienten bien recibidos» al llegar a la Ciudad Condal.

No obstante, según el mismo documento, esta categoría cerró el año con un crecimiento del 12%, hasta alcanzar los 5.100 millones de euros, más de la mitad de los ingresos del sector de la alta gama en España que cerró con una facturación de 9.200 millones de euros, según los datos del citado informe.

La consulta independentista el 1-O y la inestabilidad política en las calles que resultó de aquel referéndum pasan factura a diversos sectores clave de la región como el turismo, las compras en el retail y el sector de lujo. Y no sólo eso, además, hay que unir el rechazo al turista internacional en la ciudad de Barcelona. Un aspecto que la directiva también ha destacado en la presentación del informe.

D’Arpizio, ha explicado Madrid y Barcelona suponen el 80% del mercado con 2.000 millones de euros cada una. «Barcelona creció más que Madrid, pero se ha visto lastrada en el último trimestre de 2017 y al inicio de 2018 por la situación política», ha explicado. El sector del lujo y el turismo de compras es un puntal para la economía de ambas regiones, así lo ha afirmado el estudio de la operadora internacional Global Blue.

Según este informe, el Paseo de Gracia (Barcelona) y el Barrio de Salamanca, (Madrid) concentran el 42% del total de los ingresos nacionales por turismo de compras. Es más, casi tres de cada diez euros por shopping en España se quedan en las tiendas barcelonesas, prácticamente el doble que en el Barrio de Salamanca.

D’Arpizio ha señalado que la inestabilidad política y el auge del turismo lastra el crecimiento de Barcelona en este segmento, y además está «creando problemas» a los turistas internacionales, que ya «no se sienten bien recibidos».»Algunos turistas chinos han pospuesto o cambiado de destino en los últimos 12 meses», ha señalado.

La inestabilidad política lastra las reservas hoteleras

Una situación de la que se hizo eco el sector hotelero. El presidente de AC Hotels, Antonio Catalán, ha señalado que debido a este conflicto en Cataluña se han experimentado caídas de entre el 25% y el 40% en las reservas hoteleras en Barcelona, especialmente de sus clientes de lujo.

De hecho, durante la víspera de la celebración del Mobile World Congress de Barcelona el pasado mes de marzo, el sector hotelero se vio obligado a ‘tirar’ sus precios para poder llenar los establecimientos. A solo tres días de la cita, los hoteles de la Ciudad Condal aún tenían habitaciones libres, nada que ver con el ‘lleno absoluto’ de 2017.

De hecho, la consultora hotelera Bric Consulting, aseguraba que agencias gubernamentales de Estados Unidos y Reino Unido emitieron notas diciendo que, si bien se podía viajar a Barcelona, los viajeros debían de tener en cuenta que se podían producir tumultos en la calle, lo que “no ayudó a animar las reservas”.

El Mobile World Congress en entredicho

Una de las citas más importantes de la tecnología a nivel mundial y que deja cientos de millones en Barcelona podría marcharse de la ciudad por la tormenta secesionista en Cataluña. Incluso en Dubái, posible destino de la cita, ya se da por hecho que el MWC aterrizará en Emiratos Árabes Unidos en 2020 coincidiendo con la Expo.

La pérdida de este macroencuentro de las principales compañías tecnológicas del mundo sería cuantiosa. El MWC deja en Barcelona la friolera de 471 millones de euros y crea alrededor de 13.000 empleos temporales. No tenemos que olvidar tampoco que la sede de la EMA, la Agencia Europea del Medicamento, tampoco llegó a España debido a la inestabilidad política que estaba en las portadas de todo el mundo. Finalmente, recordemos, Bruselas decidió que la ciudad de Gaudí quedara fuera de la carrera en la primera ronda e instalar la sede en Amsterdam.