Economía
Pensiones

Palo confirmado a los trabajadores en España: el Gobierno no les va a pagar la jubilación

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El sistema de jubilación en España es uno de los pilares fundamentales del estado de bienestar, pero acceder a esta prestación no es tan sencillo como podría parecer. El Gobierno ha establecido requisitos específicos que los trabajadores deben cumplir para garantizar su derecho a una pensión de jubilación. Estas condiciones están diseñadas para asegurar la sostenibilidad del sistema, y uno puntos más relevantes se encuentran las edades de jubilación y los años de cotización necesarios, que se han ido ajustando con las sucesivas reformas.

En 2025, para tener derecho a la jubilación, es indispensable haber alcanzado una de las dos edades establecidas: 66 años y 6 meses, siempre que se acredite un mínimo de 15 años de cotización, de los cuales al menos dos deben haberse efectuado en los últimos 15 años; o 65 años, en caso de haber cotizado al menos 38 años, cumpliendo también el requisito de los dos años cotizados recientes. Estas condiciones dejan claro que aquellos trabajadores que no cumplan con los periodos mínimos exigidos podrían enfrentarse a la amarga realidad de no recibir una pensión contributiva.

Pensiones contributivas

Las pensiones contributivas son prestaciones económicas que garantizan una prestación a aquellas personas que han cotizado al sistema de la Seguridad Social durante su vida laboral. La concesión de estas prestaciones está condicionada a que el trabajador cumpla requisitos específicos, como haber acumulado un mínimo de años cotizados y encontrarse en las situaciones que amparan su solicitud, como jubilación, incapacidad permanente o viudedad.

El importe de estas pensiones se determina en función de las bases de cotización acumuladas a lo largo de la vida laboral del trabajador, incluyendo las aportaciones tanto del propio empleado como de su empleador, en el caso de los trabajadores por cuenta ajena. La gestión de estas prestaciones recae en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que es el organismo encargado de garantizar el cumplimiento de los derechos adquiridos por los cotizantes.

Jubilación

En el año 2025, la edad ordinaria de jubilación en España es de 66 años y 8 meses, salvo para quienes acrediten una cotización de 38 años y 3 meses o más, que pueden jubilarse a los 65 años. Este incremento gradual en la edad de jubilación responde a las reformas implementadas para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, adaptándolo al aumento de la esperanza de vida y la longevidad laboral.

En los próximos, este umbral seguirá aumentando. Para 2027, quienes no alcancen los 38 años y 6 meses de cotización tendrán que jubilarse a los 67 años, mientras que quienes superen ese periodo de cotización podrán hacerlo a los 65. Además, se han endurecido las condiciones para la jubilación anticipada, a la vez que se introducen incentivos para prolongar la vida laboral, como la jubilación activa o los beneficios por retrasar voluntariamente la jubilación.

Requisitos

Con las nuevas reformas, acceder a la jubilación no contributiva es más complicado. Es obligatorio haber cotizado al menos 15 años, con la condición de que dos de esos años estén comprendidos dentro de los últimos 15 previos a la solicitud de jubilación. Estos cambios han generado críticas, especialmente entre los trabajadores con empleos precarios o largos periodos de desempleo. La dificultad para cumplir con los nuevos criterios deja fuera a muchas personas que han enfrentado inestabilidad laboral.

La jubilación anticipada voluntaria permite retirarse a partir de los 64 años y 6 meses, con al menos 38 años cotizados, pero implica una reducción de hasta el 21% en la pensión. En la modalidad involuntaria, aplicable a quienes dejan de trabajar por causas externas, es posible retirarse desde los 62 años y 6 meses, con penalizaciones que pueden llegar al 30%. El Gobierno defiende estas reformas como necesarias para enfrentar el envejecimiento poblacional y el aumento de la esperanza de vida. Sin embargo, los trabajadores afectados ven estas medidas como una limitación a su derecho a la jubilación.

Pensiones no contributivas

Las pensiones no contributivas son un recurso diseñado para garantizar ingresos básicos a las personas que, por diversas circunstancias, no han podido cumplir con los requisitos mínimos de cotización exigidos para acceder a una pensión contributiva. Este tipo de prestación está destinada a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad económica y carecen de recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas.

A diferencia de las pensiones contributivas, las no contributivas no requieren que el solicitante haya cotizado a lo largo de su vida laboral. Sin embargo, sí deben cumplir una serie de condiciones específicas. Entre estas, destacan la necesidad de haber residido legalmente en el país durante un periodo determinado (generalmente 10 años, de los cuales dos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud) y no superar ciertos límites de ingresos establecidos.

La cuantía de las pensiones no contributivas es inferior al de las contributivas, pero representan una ayuda económica para aquellos que no han tenido estabilidad laboral o han trabajado en la informalidad. Además, son compatibles con otras ayudas o ingresos, siempre que no se excedan los umbrales legales.