La ola de quiebras empresariales desde 2022 en la zona euro dispara la alarma en el BCE

El BCE tiene ante sí el reto de demostrar que puede realizar un aterrizaje de la economía sin generar una crisis económica, pero los datos que subyacen bajo los grandes titulares arrojan graves dudas, como lo es el hecho de que la quiebra de empresas no pare de crecer desde el primer trimestre de 2022.

Las empresas que se han declarado en quiebra en la eurozona crecieron un 4,4% entre abril y junio respecto al primer trimestre. Y esa subida se viene produciendo de manera constante desde principios de 2022. Es decir, superada la pandemia, las subidas de tipos de interés del BCE -Banco Central Europeo- han ido provocando también que aquellos negocios que tenían más dificultades no superen el trance.

Se ha encarecido -y mucho- la financiación para muchas empresas, y se nota especialmente en aquellos países donde las pymes son las protagonistas y no tienen bancos que se dediquen a ello de manera específica. La gran banca no soluciona siempre los problemas de las pequeñas empresas, por la afectación del binomio entre rentabilidad y riesgo, y por eso se ven datos muy llamativos: en Grecia se han disparado las quiebras empresariales un 133% en este segundo trimestre de 2024.

Los datos del conjunto de la Unión Europea, no solo la zona euro, tampoco traen nada positivo en este sentido: las quiebras crecieron un 3,1% y llevan subiendo desde julio de 2021.

Los datos de Eurostat dan la razón al BCE, que rebajó los tipos de interés en junio, y parecen indicar que en septiembre esos tipos deben de volver a bajar. El mercado lo da por descontado, a pesar de las palabras de Christine Lagarde asegurando que desde la entidad siguen siendo «restrictivos en cuanto a la política monetaria».

La realidad es que el consenso de analistas considera que habrá seis bajadas de tipos de interés por parte del BCE antes de 2026 y, si eso ocurre, significará que el próximo 2025 sería un año en el que los resortes económicos saltarán por los aires, y por eso será necesaria esa relajación de la política monetaria.

El volumen de créditos personales ha crecido en muchos países de la zona euro, a unos tipos especialmente altos. Caen las ventas de vehículos, la vivienda tiene unos precios muy elevados a pesar de que el crédito esté caro y la situación económica refleja unos grandes números globales pero, como vemos, unas goteras importantes cuando se pone la lupa en determinados aspectos.

Que cada vez cierren más empresas y que desde que se dio por concluida, en términos económicos, la crisis generada por la pandemia, no pare de crecer ese dato, es una de las variables que vigilan desde Bruselas, y también lo hace el Banco Central Europeo.

Quiebras empresariales

Entre los veintisiete, el mayor incremento trimestral del número de empresas declaradas en quiebra se observó en Grecia (133%), por delante de Lituania (16,7%) y de Eslovaquia (7,6%). En el lado contrario, las mayores caídas correspondieron a Letonia (-21,4%), Suecia (-14,7%) y Luxemburgo (-8,2%).

En el caso de España, las empresas declaradas en quiebra disminuyeron un 6,1%, pero veníamos de un dato especialmente agresivo de principios de años: entre enero y marzo, las quiebras en España crecieron un 26,8%.

De su lado, entre abril y junio el número de empresas registradas retrocedió un 2,1% en la UE, después de aumentar un 1,7% en el primer trimestre, mientras que en la eurozona el dato bajó un 1,9%, tras incrementarse un 2,7% entre enero y marzo.

Se trata de la mayor caída en el número de empresas registradas en la UE desde el primer trimestre de 2022.

Entre los Veintisiete, Portugal (7,6%), Letonia (5,6%) y Rumanía (2,2%) registraron los mayores aumentos en la cifra de empresas registradas, mientras que Italia (-6,8%), Polonia (-6,5%) y Bélgica (-6,1%) fueron los países con los mayores descensos trimestrales en el número de registros.