Economía
Tribuna de opinión

OHL, ¡el imperio se derrumba!

"OHL es indiscutiblemente uno de esos casos que quedarán para la posteridad en la historia bursátil española como un fracaso con delirios de grandeza"

"El ser humano busca siempre en el caos, oportunidad"

“No importa las veces que falles o aciertes, lo único verdaderamente importante es cuánto ganas cuando aciertas y cuánto pierdes cuando fallas”. George Soros.

Esta semana quiero confesarles en esta, mi Tribuna de Opinión, que seriamente no he cesado hasta analizar a fondo todos los puntos sobre los resultados de OHL, y no puedo negarles que esta compañía provoca en mí tremenda curiosidad. Bajo mi punto de vista, OHL es indiscutiblemente uno de esos casos que quedarán para la posteridad en la historia bursátil española como un fracaso con delirios de grandeza capaz de destruir con muy pocas decisiones (la compra de Abertis y en parte la de Colonial) ¡un imperio forjado sobre toda una vida!

OHL es indiscutiblemente uno de esos casos que quedarán para la posteridad en la historia bursátil española como un fracaso con delirios de grandeza

No nos queda más que aceptar que las operaciones anteriormente citadas, junto con el estallido de ciertos casos de corrupción, han destrozado una compañía que tiene una excelente cartera de pedidos y que a su vez disponía de unos activos de enorme calidad. Pero las dudas sobre los presuntos sobornos en México y España, así como la redada policial en el Paseo de la Castellana, han significado un lastre tremendo que les ha llevado a la total pérdida de confianza de los inversores de una cotizada otrora ejemplar para nuestro querido mercado.

Gráfica OHL.

Como trader profesional, reconozco abiertamente que uno de los puntos que más me atrae de mi carrera es el hecho de asumir y aceptar riesgos, traduciéndose al mercado como volatilidad. Cierto es que en eso estamos y a ello nos dedicamos, pero cabe añadir que es extremadamente importante para un inversor tratar de comprender qué riesgos asume y de qué manera los asume.

En Blackbird tenemos clarísimo hacia dónde vamos, puesto que si bien es cierto que el grueso de nuestro capital lo utilizamos para garantizar dicho capital a nuestros inversores, también nos gusta diversificar con operaciones de alto riesgo. Aquí obviamente nuestra premisa principal es el tamaño de cada posición. No poseemos más de diez posiciones de riesgo sobre un 1% de capital total arriesgado por cada una de ellas, y ciertamente somos conscientes de que en el groso sean tal vez dos ó tres las que salgan mal, y con ellas perdamos quizás un 60% ó 70% del capital asignado, pero en las otras siete u ocho ¡podemos multiplicar por tres, cuatro ó alguna vez, incluso por diez nuestros beneficios operativos!

Créanme cuando les garantizo que controlar el factor riesgo es extremadamente relevante, puesto que como habrán podido observar, hoy en día a todos nos llama la atención especialmente la caída de DIA y de OHL, ¿por qué? Porque el ser humano busca siempre en el caos, oportunidad. No lo critico, pero si no tiene en cuenta mi premisa de riesgo, todo lo que viene a continuación de poco le servirá, puesto que la diferencia entre un analista y un trader profesional siempre radica en esas capacidades estratégicas necesarias para administrar nuestro capital de manera correcta, tarea que un trader realiza sobre los informes de dichos analistas, siempre que sean buenos, claro. A veces, creo que por ese motivo, y nuestra autoexigencia de control, tuvimos la necesidad de fusionar nuestras capacidades también hacia el análisis.

El ser humano busca siempre en el caos, oportunidad

Dicho esto, lo que le exijo a mi equipo de análisis en Blackbird es encontrar el equilibrio entre las circunstancias que definen el riesgo y la manera que tengo de cuantificar si tiene sentido asumir el reto operativo. Por supuesto en OHL sé perfectamente lo que busco. Me interesa que OHL genere flujo de caja positivo, que ponga en valor su cartera de pedidos (5.151MM€) con márgenes del 6,5% y me interesa su caja neta de (345MM€). Y no, no necesito nada más para poder determinar que si OHL logra revertir la situación, ¡no valdría ni por asomo los 172MM€ que capitaliza! puesto que sólo su caja neta puede comprar dos veces la empresa en Bolsa, lo que no deja de ser absurdo, ¿no creen?

Entre mis riesgos asumo el pesimismo reinante que subyace sobre su cotización, lo cual no deja de ser razonable, puesto que a la pérdida de confianza sobre el equipo gestor, hay que sumarle las decisiones de un Villar Mir en contra de sus accionistas y que en beneficio propio saqueó la compañía bajo un “megadividendo” de 100MM€, para rescatar lo poco que quedaba de su malogrado imperio, fumándose literalmente más de 1.000MM€ de efectivo para reestructurar la empresa del enorme agujero existente, debido a proyectos de construcción con la denominación “profundo ejercicio de revisión de los proyectos en cartera” en la presentación de resultados.

Vaya, ¡para enmarcar! Claro está que al ritmo actual, OHL es inviable a todos los efectos, por el orden al que su caja está siendo vaciada. Pero creo que existe un atisbo de esperanza, principalmente porque la empresa ha sacado a florecer, si me permiten, esa porquería en su balance a través de la cuenta de resultados. Y ya saben lo que dicen: “Solamente somos ricos porque sabemos cuándo estamos equivocados, la supervivencia parte de reconocer nuestros errores”.

Es latente la enorme destrucción de valor de OHL como consecuencia de los delirios de grandeza de Villar Mir

Como ven, es latente la enorme destrucción de valor de OHL como consecuencia de los delirios de grandeza de Villar Mir, junto con las dudas sembradas sobre su directiva, así como su definitivo desguace. Lo que nos demuestra que a quienes están al mando, ¡poco les importan los accionistas! Aún así me mantengo en cuanto a que su futuro tiene aspectos interesantes, esos que me hacen pensar que OHL, como les comentaba, podría valer más que los 172MM€ que dicen, siempre que lo que se nos verifique mediante el proceso de auditoría, sea real.

Y como bien saben ustedes, en esto de la Bolsa; “el precio pagado por un activo determina su tasa de rentabilidad” y en eso, sus precios actuales, justifican el enorme riesgo asumido, que dependerá sin lugar a dudas, de la capacidad que tengamos de pensar como traders, y no como analistas. Recuerden, “lo único importante es cuánto ganamos cuando acertamos y cuánto perdemos cuando fallamos”.