Economía

Manuel García-Durán carga contra Ezentis una semana después de su salida

El expresidente de Ezentis Manuel García-Durán abandonó a mediados de abril el capital de la compañía, en plena compra del negocio de redes de Ericsson, Excellence Field Factory (EFF). Según ha explicado a OKDIARIO  el motivo de su huida es simple: «Se van a la quiebra».

Quien fuera presidente de Ezentis hasta 2015 está convencido de que la gestión de la compañía está siendo mala. Tanto es así, que bajo su punto de vista la firma se encamina a la bancarrota por tres hechos fundamentales: «No se cumple el plan estratégico, no han sido capaces de levantar el dinero y no saben decir la verdad». 

El empresario, que hasta hace poco era uno de los principales accionistas del grupo, colocó su 2,3% en el mercado por unos 4,8 millones de euros (cerca de 7 millones de acciones a una media de 0,69 euros por título).

«Ya no tengo acciones, sólo las 500.000 que me deben, que no es poco. Pero soy el ex presidente que cogió una compañía en 2011 en liquidación y la convirtió en una multinacional con 8.000 trabajadores y con 200 millones de capital, por lo que pido a los accionistas que me escuchen», expone Manuel García-Durán, que insiste en que se le debe medio millón de títulos de Ezentis «como cumplimiento del Plan Estratégico que, cuando yo estaba se cumplía, pero ya no».

«Yo me voy de la compañía precisamente cuando empieza a subir la acción, porque ahora parece que Ericsson es la panacea universal. Yo no conozco a fondo el contrato, por lo que no puedo decir si es bueno o no, pero lo que sí sé es que las constantes que ellos anuncian parecen buenas. Parece que tienen caja y que no hay deuda. Puede parecer interesante, pero yo no confío en ellos», continúa Manuel, que reitera que desde que se marchó, en 2015, «no han cumplido nunca el Plan Estratégico».

Informe independiente

Una de las cosas que más llaman la atención del ex presidente de Ezentis es la falta de una opinión independiente sobre la operación con Ericsson. «¿Por qué en una operación tan extraordinaria no se le cuenta a los accionistas las posibles variables que podían afectar a su voto el lunes? Y, sobre todo, ¿por qué no se pide una opinión independiente de lo que realmente pasa?», se pregunta.

Y lo cierto es que cualquier compañía habría pedido un opinión independiente, es decir, un informe que evaluara los riesgos y se sometiera a la votación de la Junta, en una operación de este tipo. Sin embargo, Fernández Vidal no lo ha hecho. Es decir, ha omitido información a los 30.000 pequeños accionistas de Ezentis.

«Se van a ir a concurso de acreedores no más tarde del primer trimestre de 2019 porque queman caja de forma brutal debido a la incapacidad de gobernar del actual director general. Del presidente no hablo porque no tiene ni idea de esto. Ni lo sabe ni lo ha sabido nunca», continúa García-Durán, que cree que «alguien tiene que preguntarle a los accionistas si realmente saben lo que van a votar el próximo lunes».

«Los accionistas tienen que saber que no hay una opinión independiente que valore y evalúe los riesgos de una operación como esta. ¿Qué pasa con los contratos? ¿Han asegurado que cuando la compren van a renovarse? ¿Por qué se ponen en huelga ahora?», subraya García-Durán, que afirma que ningún banco español da créditos a Ezentis: «La mejor y la única forma de poder valorar a un equipo directivo es por su credibilidad cuando pide dinero. Esta gente va a engañar a los accionistas de nuevo».

«Yo me he ido de esta empresa para demostrar a los accionistas que no confío en esta gestión. Me he ido dignamente de la compañía, he pagado todas mis deudas al banco, y lo que ellos dicen de que me voy porque tenía deudas con el banco es absolutamente falso. Yo no tenía ninguna intención de vender, como bien saben Santander y Bankinter, me voy porque no creo en ellos», insiste. «Los accionistas se tienen que preguntar por qué dan duros a pesetas. ¿Por qué no han pedido una opinión independiente? Porque tienen miedo a que les digan que sí que existe un riesgo y de que se les vaya todo abajo», concluye.