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Economía
Hacienda

El límite de dinero que jamás debería pasar con tus hijos: te puedes buscar un problema con Hacienda

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En muchas familias es habitual que los padres quieran apoyar económicamente a sus hijos, ya sea para ayudarles a comprar una vivienda o un coche, por ejemplo. Aunque esto es algo que se suele hacer con buena intención, es importante saber que este tipo de aportaciones no están exentas de control fiscal. Dar o recibir dinero entre familiares puede parecer un gesto inocente, pero tiene consecuencias legales que pueden suponer un serio problema con Hacienda si no se actúa correctamente.

Las donaciones de dinero no son un simple intercambio privado. La ley las contempla como transmisiones patrimoniales y, por lo tanto, deben tributar bajo el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Incluso en los casos donde no se alcanza una cifra elevada, Hacienda puede estar atenta a ciertos movimientos bancarios. Por eso, es esencial conocer cómo tributan estas transferencias y cómo evitar sanciones futuras.

¿Cuánto dinero se puede donar sin declarar? Evita problemas con Hacienda

Desde el punto de vista legal, según el artículo 618 del Código Civil, una donación se entiende como un acto voluntario mediante el cual una persona cede gratuitamente un bien a otra, quien lo acepta. No importa si lo que se entrega es dinero, un coche, una vivienda o acciones: si se transfiere sin compensación económica, Hacienda lo considera una donación, y como tal, debe ser declarada.

Además, si el bien que se dona no es dinero (por ejemplo, una vivienda o participaciones en empresas) también se pueden generar impuestos adicionales, como la plusvalía municipal o una ganancia patrimonial en el IRPF si el bien ha aumentado de valor desde que se adquirió.

¿Se puede donar dinero sin pagar impuestos?

En términos estrictos, cualquier cantidad de dinero entregada sin contraprestación debería ser declarada como donación. No existe una cantidad «mínima» exenta del deber de declarar. Es decir, técnicamente, regalar incluso 50 euros puede ser considerado una donación. Sin embargo, en la práctica, la Agencia Tributaria no suele investigar pequeñas transferencias entre familiares, salvo que sean recurrentes o muy elevadas.

Lo que sí está claro es que cuando las cantidades son considerables (varios miles de euros), y especialmente si se utilizan para compras importantes como una vivienda, la situación cambia. En estos casos, Hacienda puede solicitar explicaciones sobre el origen de los fondos.

¿Qué límites vigila Hacienda?

Aunque no hay un mínimo legalmente establecido para declarar, hay ciertos umbrales que los bancos están obligados a reportar:

Por eso, si se realiza una donación que implique movimientos por encima de estos límites, lo más prudente es formalizarla y declararla ante Hacienda.

Impuesto de Sucesiones y Donaciones

Este impuesto lo paga quien recibe la donación, no quien la hace. Además, se debe liquidar en un plazo de 30 días hábiles desde la fecha en que se recibe el dinero. Para ello, se debe presentar el modelo 651 ante la Hacienda de la comunidad autónoma correspondiente, junto con la documentación que justifique la donación y el origen de los fondos.

En caso de que no se haga la declaración en plazo, además del impuesto, pueden añadirse recargos, intereses de demora y sanciones económicas. Si Hacienda detecta el ingreso de dinero sin declaración previa, puede interpretarlo como un incremento patrimonial injustificado y aplicar sanciones más severas.

Variaciones entre comunidades autónomas

Uno de los aspectos más complejos de este impuesto es que cada comunidad autónoma lo gestiona de manera distinta. Así, mientras en algunas regiones el impuesto puede ser casi simbólico, en otras puede suponer un desembolso importante.

Por ejemplo, comunidades como Madrid, Andalucía, Murcia, Galicia o Castilla-La Mancha aplican bonificaciones de hasta el 99% del impuesto en donaciones entre padres e hijos. En cambio, en otras regiones como Cataluña, Comunidad Valenciana o Aragón, las bonificaciones son menores y pueden implicar una carga fiscal más elevada, especialmente si la cantidad donada supera ciertos umbrales.

¿Qué ocurre si no se declara la donación?

Si decides no declarar una donación y Hacienda detecta el movimiento, puedes enfrentarte a serios problemas. En ese caso, la Agencia Tributaria podría considerar el ingreso como un incremento de patrimonio no justificado y exigir que tributes por él en el IRPF, aplicando el tipo marginal (que en algunas comunidades puede alcanzar hasta el 56%).

Además, se añadirán sanciones económicas por no haber declarado la operación dentro del plazo legal. Es decir, podrías acabar pagando más del doble de lo que habrías abonado si hubieras hecho la declaración correctamente desde el principio.

En definitiva, la mejor estrategia es actuar con transparencia, conocer la normativa de la comunidad autónoma donde residen las partes implicadas, y cumplir con las obligaciones fiscales. Si la operación es puntual y la cantidad no muy elevada, puede que no llame la atención de Hacienda. Pero si se trata de cantidades importantes, lo recomendable es formalizar el proceso de manera adecuada.