Economía
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Hasta el CIS reconoce el fracaso de Sánchez: crecen los votantes del PSOE que ven peor la economía

El CIS -organismo que se caracteriza por su escasa imparcialidad cuando se trata de Pedro Sánchez- ya refleja un aumento de votantes del PSOE que creen que la situación de la economía en España es mala o muy mala. Concretamente, en marzo, el 49,1% de los españoles que en 2019 votaron al PSOE afirma que la situación económica que atraviesa nuestro país es mala, frente al 45,8% de los encuestados que elegían esta opción en febrero.

Hay que tener en cuenta que el CIS de Tezanos es siempre benevolente con todas aquellas cuestiones relacionadas con la formación liderada por Pedro Sánchez, por lo que, este pesimismo sobre la economía española entre los votantes del PSOE podría ser mayor. También asumen este empeoramiento de la situación económica los afines al otro partido del Gobierno de coalición: el 48,3% de los votantes de Podemos afirma que la situación económica es mala o muy mala, tres puntos más que el mes anterior.

Pero los votantes de izquierdas no sólo son más pesimistas con la economía en general, también lo son con sus finanzas personales: el 21,1% de los españoles afines al PSOE afirma que su situación económica es mala o muy mala, tres puntos más que en el mes de febrero. Más lo están notando en sus bolsillos los votantes de Podemos, ya que el 25% ha visto como sus finanzas personales han empeorado frente al 19,3% del mes anterior.

Pocos días antes de despedir el 2022, el Gobierno anunció el tercer paquete de medidas anticrisis con el objetivo de paliar la situación inflacionista durante los primeros meses de este nuevo año. Entre esas medidas se incluían ayudas directas a las rentas más bajas, la eliminación o reducción del IVA en alimentos básicos o regulación del precio del alquiler, entre otras.

Uno de los principales escollos de la negociación de este último paquete de medidas ha sido la congelación del precio del alquiler. Finalmente, el PSOE cedió ante las exigencias de Podemos e introdujo en este plan de acción del Gobierno de coalición la congelación del precio del alquiler, en la cual cuando a un inquilino se le acabe el contrato tenga derecho a permanecer seis meses más en las mismas condiciones.

Pero, principalmente, este último paquete de medidas que entró en vigor el pasado 1 de enero estaba orientado a intentar frenar el encarecimiento de los alimentos, que han incrementado sus precios en más de un 15%. Para ello, el Gobierno de Sánchez ha implementado dos medidas: un cheque de 200 euros y una rebaja del IVA, menos ambiciosa que la que llevaba meses exigiendo el Partido Popular. En el primer caso, el chequefake está destinado a familias con ingresos inferiores a 27.000 euros, y Sánchez lo vendió como un gran escudo social para los más vulnerables. Sin embargo, la realidad es que se trata de 17 euros al mes para cada familia, que sólo le servirán, dados los disparados precios actuales de los alimentos, para comprar 12 huevos, 10 barras de pan y un paquete de 1,4 kilogramos de pollo al mes.