Guía para invertir en Bolsa sin morir en el intento

Como consecuencia de los bajos tipos de interés que ofrecen los productos bancarios sin riesgo, hay inversores que han decidido buscar otros espacios donde conseguir una rentabilidad aceptable. La semana pasada hablamos de la renta fija como uno de los destinos más recomendables para este perfil. Ahora bien, existen otras alternativas, como la misma inversión en valores que cotizan en Bolsa.

Después de llegar a un mínimo de unos 7.600 puntos a finales de junio, el Ibex ha recuperado posiciones hasta los 8.500. Ello ha animado a algunos inversores a apostar por los valores tradicionalmente más seguros. Aun así, hay que tener en cuenta que la volatilidad de este mercado puede ser muy alta y que, evidentemente, según cuál sea el contexto económico, se puede acabar con pérdidas. A continuación, daremos una serie de consejos para minimizar al máximo este riesgo.

¿Cómo invertir en Bolsa?

Algunos de los puntos a tener en cuenta antes de invertir en valores bursátiles son los siguientes:

• Diversificar la inversión: Es la mejor forma de reducir el riesgo. Es conveniente invertir en firmas de sectores y ámbitos diferentes para, de esta forma, poder cubrir posibles descensos de un valor con subidas de otro. De esta forma, se obtiene una cartera diversificada.
• Invertir dinero que no se precisará: Para el perfil más conservador, toda posible pérdida a corto plazo es un gran problema. Dado que el mercado bursátil puede sufrir importantes cambios en cortos espacios de tiempo, es preferible invertir una cantidad de dinero “sobrante” que no se tenga previsto utilizar a corto plazo.
• No hacer caso de determinados rumores: Es habitual, en este ámbito, que alguien asegure que ha “oído” alguna noticia sobre un determinado valor que supone una gran oportunidad. De la misma forma, distintos asesores expresan recomendaciones diferentes sobre un mismo valor. Dado que es imposible predecir con total seguridad el futuro, lo mejor es mantenerse al margen de estos rumores y seguir con la línea de inversión fijada.
• Invertir en valores con poca exposición en países o sectores inestables: Es evidente que, en el actual contexto, hay países o sectores que están más expuestos a sufrir fluctuaciones. Por lo tanto, el inversor conservador debe evitarlos. El ejemplo más claro lo hemos vivido recientemente con el Brexit, cuando aquellas empresas con más exposición al Reino Unido sufrieron caídas muy importantes los días siguientes al referéndum.
• Tener en cuenta la repartición de dividendos: No solamente hay que elegir la inversión de acuerdo a la evolución esperada del valor en sí, sino también del dividendo que reparte la empresa. Aun así, puede que aquellas empresas que ofrecen un dividendo más alto sea porque precisan de capital desesperadamente o creen que su evolución en el mercado no será positiva.
• Considerarlo una inversión a largo plazo: De la misma forma que se fija un depósito a un plazo determinado, con las inversiones a bolsa hay que hacer algo parecido. Es habitual que el inversor más novel, a la primera que ve que sus valores suben o bajan, venda enseguida por retener un determinado beneficio o por el miedo a perder más.