Las grandes marcas se suben al carro vegano, una industria que mueve casi 3.400 millones de euros al año

Aunque algunos piensen que es una moda pasajera, lo cierto es que lo veggie ya se ha hecho un gran hueco en la industria alimentaria. El negocio de los alimentos veganos ya mueve más de 4.000 millones de dólares en todo el mundo, lo que se traduce en 3.369 millones de euros, según el informe The Green Revolution elaborado por la consultora Lantern Papers. En 2020, las estadísticas apuntan que esta cifra ascenderá hasta los 5.000 millones de dólares -4.200 millones de euros-.

La ola vegana también ha llegado a España para quedarse. Aunque es tradicionalmente carnívoro, nuestro país es cada vez más veggie: los últimos datos oficiales de la Encuesta Nacional de Inglesita Dietética Española (ENIDE) reflejaban que en 2011 un 1,5% de la población española es vegana, lo que asciende a unas 700.000 personas. A día de hoy, la cifra sigue creciendo: según algunos estudios, hasta al 8%.

Las grandes marcas saben que el consumo de alimentos veganos está incrementándose y por ello, se han subido al carro: Anuga, Fancy Food, la firma de embutidos Noel, la marca holandesa Vivera, la marca de productos ecológicos El Granero, Ebro Foods o Nestlé son algunos ejemplos. También, cadenas de comida rápida como TGB, VIPS y ahora McDonald’s -que ha lanzado su hamburguesa vagan en Europa- han ganado clientes por ampliar su oferta dirigida a este tipo de consumidores.

Se duplican los restaurantes vegetarianos en cinco años

El sector de la hostelería no ha querido quedarse fuera y en los últimos cinco años, se ha duplicado el número de establecimientos: si en 2011 había registrados 353 restaurantes vegetarianos en toda España, en 2016 la cifra asciende hasta los 703.

Aunque aún no hay datos oficiales de este año, parece que la tendencia sigue al alza y 2017 va a cerrar con casi 800 restaurantes, según fuentes del sector. Un argumento que también subrayan en el estudio: «hay múltiples evidencias de que irá en aumento».

Del informe también se desprende un perfil claro del consumidor vegetariano medio español: «en sentido amplio, es una mujer, millennial, consciente de su salud, los animales y la sostenibilidad. Pero esta persona tiene un problema, el mercado actual no le ofrece opciones que la satisfagan, tanto a nivel de la hostelería como de los productos que comprar en el supermercado».