Economía
Guerra del taxi

Garrido retira su oferta a los taxis de Madrid: no regulará y le pasa el ‘marrón’ a Carmena

Tras dos semanas de huelga, los taxistas de Madrid no consiguen las mismas condiciones que en Barcelona

El gobierno de Ángel Garrido en la Comunidad de Madrid ha retirado su oferta de regulación a los taxistas de la capital. Después de dos semanas de huelga que han dejado a la ciudad sin vehículos franjirrojos, el Ejecutivo municipal rechaza legislar en la misma medida que lo hizo la Generalitat, o sea imponiendo un tiempo mínimo de espera para la contratación igual que en Cataluña, donde se establecieron 15 minutos, una medida que ha hecho marcharse a Uber y Cabify.

Pero en Madrid, el ejecutivo regional no va a pasar por ahí y, tras una reunión en la calle Maudes este mismo lunes, el Gobierno local ha rechazado continuar negociando con los representantes de los taxistas, con los que llevaba varios días sin ni siquiera reunirse. Su oferta, del pasado viernes 25 de enero, consistía en regular por espacio y no por tiempo: que los VTC no pudieran acudir a un cliente que estuviera a menos de 300 metros -en la Comunidad de Madrid- y 500 en el ámbito competencial del ayuntamiento.

La responsabilidad de la regulación se pasa al Ayuntamiento de Madrid, de tal forma que será el equipo de Manuela Carmena -y muy presumiblemente su concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés- quien tenga la responsabilidad de elaborar un reglamento que regule la relación entre Uber, Cabify y el sector del taxi.

«La CAM se quita de enmedio y deja vía libre al ayuntamiento a que regule. Vuelven al día previo del paro», ha asegurado a OKDIARIO una fuente presente en la reunión.

Carmena, más favorable

En principio, el gobierno local de Manuela Carmena debe ser más favorable a la regulación a favor de los taxistas. Bien conocida es la buena relación de Julio Sanz, presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, con la concejala Sabanés. Sin embargo, está por ver si va a haber tiempo material para hacer la regulación antes de las elecciones.

Además, desde sectores próximos al llamado ‘errejonismo’, que es el ámbito de poder en el que se mueve la alcaldesa y su equipo, se considera que dar beneficios a los taxistas no tiene ninguna ventaja electoral, y mucho menos antes de las elecciones.