Economía

¿Cómo funciona un concurso de acreedores?

Consecuencia de la financiación, la empresa acarrea una deuda que debe de devolver en los plazos y cantidades fijadas. Por desgracia, las circunstancias de mercado pueden ser distintas a las esperadas y pueden impedir a la compañía conseguir los ingresos necesarios para sufragarla. Junto a las deudas resultantes de haber pedido un préstamo o un crédito, normalmente tampoco se puedan afrontar otros pagos como las nóminas de los trabajadores o las distintas cuotas a la Seguridad Social. Si esta situación no cambia en tres meses, la empresa debe de pedir un concurso de acreedores.

¿Qué tipos de concurso de acreedores encontramos?

Existen dos tipos de concursos de acreedores según quien haga la demanda. Se generan, también, situaciones distintas. Son los siguientes:

¿Tienen éxito los concursos de acreedores?

En teoría, el concurso de acreedores está pensado para que la empresa tenga tiempo de reestructurarse y presentar un plan que le permita proseguir con su actividad a medio y largo plazo. Ahora bien, si nos fijamos en las cifras, solamente un porcentaje muy pequeño de las compañías que presentan el concurso (apenas una de cada veinte) consiguen salir a flote. A este dato, hay que añadirle que la mayoría de empresas que emprenden esta acción son pequeñas y medianas, hecho que demuestra la dificultad que pasan muchas de ellas para poder sobrevivir en el mercado competitivo actual.