Francisco González

FG adelantó un año su salida de BBVA al saber que se filtraría su encargo a Villarejo

El ex presidente de BBVA sabía desde hace meses que su encargo a Villarejo saldría a la luz. Por ello, preparó su sucesión al frente del banco un año antes de lo deseado y aprovechó que el BCE aplaudiría la operación para justificar la decisión.

BBVA
El presidente de BBVA, Francisco González. (Foto: Reuters)

Francisco González decidió abandonar antes de lo esperado la presidencia de BBVA después de tener la certeza de que los negocios que hizo para defenderse del asalto de Sacyr con Cenyt, la empresa del entonces comisario Villarejo, iban a ser filtrados a la prensa en pocos meses. Sin embargo, desde su entorno, hay quién optó por vincular su decisión a las supuestas presiones que ejercía el Banco Central Europeo (BCE) sobre la entidad para que renovara su presidencia y su modelo de gestión.

La estructura de Gobierno corporativo de BBVA nunca ha gustado al Banco Central Europeo (BCE). El excesivo poder de un modelo muy presidencialista, centrado en la figura de Francisco González desde el año 2000 despertaba suspicacias en Fráncfort, donde nunca se ocultó la preferencia por una estructura más bicéfala, en la que el consejero delegado tuviera un papel más protagonista como ejecutivo. Este ten con ten con el BCE fue aprovechado por el entorno de FG para justificar su salida del banco el pasado septiembre, cuando la entidad anunció que Carlos Torres Vila sería el próximo presidente de BBVA. Pero la decisión había sido tomada unos meses antes. Sin embargo, fuentes próximas al consejo de BBVA reconocen a este periódico que desde el BCE «nunca se presionó seriamente para que se marchara». Fue una decisión adoptada por otro motivo: el miedo a que con el ex comisario en la cárcel salieran a la luz sus tratos con él.

Con este paso atrás de la primera línea ejecutiva, González se retiraba más de un año antes de lo que los estatutos del banco le permitían seguir. El ejecutivo cumple este año 75 años y aunque tenía que preparar ya su sucesión, podía permanecer en el cargo hasta marzo de 2020. Pero la certeza de que el escándalo estallaría antes de esa fecha le llevaron a dar el paso a dejar la primera línea del banco antes de lo previsto.

Después de las informaciones desveladas esta semana por El Confidencial y Moncloa.com sobre la contratación de los servicios de Villarejo por el ex presidente de la entidad financiera, BBVA emitió un comunicado este jueves reconociendo que el pasado junio abrió una investigación sobre este asunto que calificó de «indudable gravedad».

Retiro en la Fundación

Antes de que el banco, todavía presidido por él, pusiera en marcha esas pesquisas, FG ya había trasladado a sus más estrechos colaboradores que se marcharía del banco a la Fundación. Fuentes próximas a la entidad aseguran a este periódico que el ejecutivo tomó esa decisión tras saber que su relación con Villarejo saltaría en los próximos meses a los medios de comunicación.

«Cuando Villarejo acabó con sus huesos en la cárcel y comenzaron a salir a la luz sus productos de las alcantarillas , FG se percató enseguida de que su final estaba cerca. Así que, con la excusa de que no era del gusto de Guindos, el flamante nuevo vicepresidente del BCE, se apresuró a poner en marcha las formalidades de su despedida», cuentan en el entorno del banco.

Con su retiro de la presidencia del banco, se llevó una indemnización por jubilación -pactada años atrás- próxima a los 80 millones de euros.

Las pocas ganas que González tenía de abandonar su actividad como financiero quedaron claras con su paso a presidir la Fundación BBVA. Un cargo que, dada la magnitud del escándalo, podría tener que abandonar en contra de sus planes iniciales.

 

 

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