Economía

Las empresas ya no quieren cotizar en Bolsa: prefieren ser vendidas

Lo que ha sucedido con Telxius empieza a ser habitual. No el hecho de dar marcha atrás a una salida a Bolsa, sino el hecho de no querer cotizar. Ahora, en caso de necesidad de liquidez, la prioridad pasa por buscar un comprador. Y es que, según explican fuentes financieras a OKDIARIO, “de este modo te ahorras todos los costes que conlleva una OPV (Oferta Pública de Venta, es decir, salto al parqué) y todos los problemas que genera”.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete

Los gestores de Telefónica, tal y como han reconocido fuentes internas de la compañía a este diario, prefieren vender, tanto la filial británica 02 como Telxius. De hecho, la firma que preside José María Álvarez-Pallete no es la única que ha dado marcha atrás a última hora en una OPV, toda vez que la compañía Centennial también canceló sus planes de saltar al parqué y optó, casi a última hora, por ser vendida a la firma de capital privado Riverstone Holdings.

Y siguen sin ser las únicas, ya que los inversores también han perdido la oportunidad de ostentar títulos de empresas norteamericanas como Blue Coat Systems, Trader Corp Performance o Health Holdings.

Las startups, que siempre han visto en los mercados una buena forma de financiación, tampoco entran al ruedo bursátil: varios ‘compradores’ también se han adueñado de las pequeñas candidatas para dar el salto al parqué en 2017, como Dollar Shave Club, que alcanzó un acuerdo con Unilever para venderse por 1.000 millones de dólares; o Vista Equity Partners, que anunció un acuerdo para comprar Ping Identity por una suma no revelada.

Inversor consultando pantallas (Foto:GETTY)

La volatilidad de los mercados asusta

Para muestra de esto, 2016 está siendo el año con menos salidas a Bolsa en Estados Unidos desde el año 2009. Los que más saben de esto explican que resulta muy complejo cuantificar cuántas empresas han optado por venderse en lugar de salir a bolsa, pero dicen que la proporción está siendo muy inferior a otros años.

Y es que, según diversos analistas y gestores consultados por este diario, el mercado de las OPV no puede competir con compradores que están dispuestos a pagar ‘un buen pico’. Por lo que al vendedor, además de más cómodo, le resulta más beneficioso económicamente. ¿Por qué dar el salto al parqué con los riesgos que conlleva?

Los inversores se quedan sin ‘parches’

La sangría bursátil que están atravesando muchos mercados y, por tanto, muchas carteras de muchos inversores, llevan a una buena parte de ellos –los que pueden-a tratar de poner un ‘parche’ al agujero que están provocando en Bolsa las compañías más grandes del mundo. Para ello, muchas veces se ha optado por acudir a OPVs: activos de mucho riesgo, pues nadie sabe con certeza el futuro, pero en ocasiones muy rentables.

La entrada de nuevos inversores conlleva una menor capacidad de decisión y control (Foto: GETTY/ISTOCK)

Pero, al reducirse significativamente el volumen de OPVs, disminuyen las opciones de arriesgar para intentar reducir las pérdidas del resto de la cartera. La otra forma de verlo es que las ‘pocas’ empresas que salen al mercado gozan de mayor confianza, al haber menos que en tiempos pasados. Tanto es así, que en el primer semestre de 2016 las acciones de empresas que salieron a bolsa crecieron más de un 17%.

En conclusión, las salidas a Bolsa han sufrido un fuerte frenazo debido, fundamentalmente, a tres motivos: la fuerte volatilidad asusta a los inversores, los ‘compradores’ tienen a día de hoy más dinero que lo que está dispuesto a poner el mercado y todas las dificultades y riesgos que conlleva una OPV echa para atrás a los más necesitados de liquidez urgente.