Economía

La economía española crece un 3,4% en el tercer trimestre

El Banco de España certifica que la economía española crece de forma sostenida, al contabilizar un aumento del 0,8% en términos de PIB al cierre del tercer trimestre. La subida interanual es del 3,4% y, como ya es tradición, este avance de la actividad se apoya “en la fortaleza de la demanda interna privada, mientras que la demanda exterior neta mantendría una contribución al producto negativa”. España es el país que más crece de la Unión Europea, por delante de Reino Unido (2,9%), Francia (1%), Alemania (1,6%) e Italia (0,5%).

Así lo indica el Banco de España en su boletín económico de septiembre, en el que mantiene sus previsiones de crecimiento económico para 2015 en el 3,1%, tasa que se reducirá al 2,7% el próximo año.

En este entorno el mayor problema que ve el organismo que dirige Luis María Linde es “el surgimiento de dudas sobre la continuidad en el esfuerzo de reequilibrio macroeconómico, fiscal y financiero. Estas dudas podrían generar un deterioro de la confianza y un nuevo endurecimiento de las condiciones de financiación, algo muy relevante en un país, como España, que mantiene una posición neta deudora muy elevada, es decir, una permanente necesidad de financiación exterior”.

Hay que seguir con las reformas

Por lo tanto el Banco de España realiza una advertencia velada al nuevo Gobierno que salga de las urnas en diciembre y apunta que “es indudable, por tanto, que, para evitar retrocesos en los logros alcanzados, hay que perseverar en las políticas de consolidación fiscal y de mejora de la competitividad, en las que se asientan la confianza, el crecimiento económico y la creación de empleo”.

Respecto al futuro, el organismo considera que el mayor crecimiento en España provendrá del “fuerte ritmo” de expansión de la demanda nacional. “Cabe esperar que el aumento de la renta disponible de las familias, junto con la previsible mejora de las condiciones de acceso al crédito, siga potenciando el consumo y permita la recuperación del gasto en inversión residencial”, señala. Todo ello acompañado por “la progresiva normalización de las condiciones financieras”.

En cuanto al desempleo, el Banco de España destaca la “moderación” de los costes laborales, que reflejan la “mayor flexibilidad con que cuentan las empresas para ajustar sus condiciones laborales al entorno macroeconómico”. De mantenerse la dinámica observada durante el último año y medio, el incremento del empleo “podría situar la tasa de paro en torno al 20% en el cuarto trimestre de 2016”.

En el terreno de la inflación, los descensos recientes del precio de la energía han interrumpido la senda de recuperación del Índice de Precios al Consumo (IPC). Sin embargo, el organismo destaca “el carácter temporal de este nuevo episodio de desinflación, vinculado a la reciente bajada del precio del petróleo en los mercados internacionales”.

De hecho, la tasa de variación del IPC descontando el efecto de los precios energéticos aumentó en agosto un 0,9%, ligeramente por encima de su ritmo de avance en julio, mientras que el indicador que, además, excluye los alimentos no elaborados (la inflación subyacente) creció un 0,7%.

En materia de déficit público, el Banco de España considera que se debe contener el gasto y/o aumentar los ingresos de aquí hasta el final de año para poder cumplir con el objetivo de cerrar 2015 en el 4,2% del PIB. La institución admite que en los primeros ocho meses el desfase presupuestario es más que evidente.

En cuanto a los riesgos, además de la incertidumbre política nacional, el organismo supervisor apunta a la crisis de los países emergentes, aunque “el previsible debilitamiento de nuestros mercados de exportación en el horizonte de proyección se verá compensado por el nivel más reducido de los precios del petróleo y de las materias primas, la prolongación de la mejoría de las condiciones de financiación y las nuevas medidas de política fiscal que incorpora el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2016”.

El beneficio de las empresas crece un 47%

El beneficio de las empresas no financieras creció el 47 % entre enero y junio respecto al mismo periodo de 2014, debido a las plusvalías generadas en operaciones de venta de activos y a la recuperación de la actividad, según la Central de Balances del Banco de España.

Durante el primer semestre, señala el documento, los gastos e ingresos atípicos tuvieron una contribución «positiva y significativa» sobre los resultados, «al producirse algunos ingresos de elevada cuantía, principalmente por plusvalías generadas en operaciones de venta de activos financieros».

Además, en la primera mitad del año, las empresas tuvieron un crecimiento importante de la actividad y de los resultados, que contribuyó a la mejoría de su situación económica y patrimonial. Esta evolución estuvo en gran medida apoyada en el favorable contexto macroeconómico y financiero en el que operaron.