Economía
Mercado inmobiliario

La crisis generada por el covid-19 desplomará el precio de la vivienda un 10% a final de año

El mercado inmobiliario sigue calculando el impacto que la crisis del coronavirus está teniendo y tendrá en sector. Las últimas previsiones elaboradas por la inmobiliaria donpiso anticipan un desplome de doble dígito en el precio de la vivienda residencial: bajará entre un 10% y un 8% este año en curso. El ajuste de precios dependerá del tipo de vivienda y de su ubicación.

De esta manera, la mayor caída de precios se producirá en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o San Sebastián, es decir, en urbes donde los precios estás más tensionados. En concreto, los barrios de Begoña y San Adrián (-5%), en Bilbao; el de la Macarena (-8%), en Sevilla; y los Poblados Marítimos y Poblados Oeste (-10%), en Valencia, se confirman como las áreas donde se producirán las mayores caídas de precios en el segundo semestre del año.

Por tipo de vivienda, el ajuste de precios será mayor en aquellos inmuebles del segmento de precios medios y medios-bajos, en las segundas residencias, en las viviendas turísticas y en los inmuebles orientadas a los usuarios extranjeros. En este último caso, la inversión se han frenado en seco debido a las restricciones de movilidad puestas en marcha durante la pandemia.

«El descenso de precios todavía no se está viendo ya que el ajuste no es inmediato, pero nuestra previsión es que en septiembre y octubre comiencen a bajar. Ya estamos notando los primeros síntomas», explica Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso a OKDIARIO.

El ajuste de precios se debe a la caída en picado de las operaciones de compraventa. Es decir, relación oferta y demanda. La inmobiliaria anticipa un descenso interanual de las operaciones de hasta el 25% durante este año en curso. Mientras en la época pre-covid-19 se vendían cerca de 43.000 viviendas en tan sólo mes, ahora el volumen de transacciones mensuales no supera las 15.000. La fuerte crisis económica que atraviesa el país -con una caída que podría llegar al 20% en el segundo trimestre, según el Banco de España- marcará la toma de decisiones de los usuarios y aplazará las decisiones que no sean urgentes.

Sobre cuándo y cómo será la recuperación, la inmobiliaria estima que habrá que esperar hasta el primer trimestre de 2021 para que el sector recupere el terreno perdido y vuelva a «fase expansiva». Ese camino hacia la normalidad se hará en forma de U, es decir, la recuperación será más lenta una vez que se hayan estabilizado los indicadores económicos.

En cuanto a los precios del alquiler, los expertos del sector coinciden en que este mercado apenas sufrirá ajustes. Los precios no se han movido ahora ni se moverán tras la crisis del covid-19. Sin embargo, donpiso sí que anticipa una subida de la tasa de morosidad del pago de alquileres – y de las cuotas de las hipotecas- . «Esa tasa será una de las circunstancias que encenderá la alerta en las entidades bancarias. Por este motivo se darán créditos hipotecarios con más cautela y se extremarán las condiciones de riesgo a la hora de otorgar financiación”, explican.

En cuanto a la inversión inmobiliaria,podría recuperar la buena senda por la que caminaba antes de la pandemia durante la primera parte del próximo año. En esta mejoría serán fundamentales, dice la inmobiliaria, la bajada de precios prevista en el mercado, lo que generará atractivas oportunidades de inversión, así como las facilidades que se prevé que se darán para el acceso a la financiación en el proceso de compra de una vivienda.

Cierre de negocios 

En cuanto al negocio de la intermediación inmobiliaria, donpiso pronosticaba en plena pandemia el cierre de miles de agencias inmobiliarias. «Pasarán serias dificultades para mantener la rentabilidad de sus negocios, sobre todo, entre aquellas con escaso pulmón financiero y pocas capacidades para competir en un mercado más reducido y complicado», advertían.

Como consecuencia de ello, podrían desaparecer entre 10.000 y 15.000 agencias inmobiliarias en el mercado nacional, lo que supondría un aumento del desempleo en el sector de hasta un 25%, afectando a más de 35.000 profesionales.