Economía
Zona Euro

La confianza económica de la eurozona se hunde: cae por primera vez desde abril

Malas noticias para la economía europea por el impacto de la segunda ola de la crisis del coronavirus. El indicador de confianza económica (ESI) de la zona euro ha registrado en el mes de noviembre su primer desplome desde que la pandemia registró su pico más alto de contagios en el mes de abril como consecuencia de los rebrotes y la reintroducción de nuevas restricciones a la actividad económica con el objetivo de frenar el alza de los casos positivos por covid-19.

En concreto, el indice se ha situado en 87,6 puntos, en comparación con los 91,1 registrados en el mes anterior.

El indicador de confianza económica se situó en España en los 87,5 puntos, en comparación a los 89,5 del noveno mes del año, lo que se traduce en dos meses consecutivos registrando tasas negativas por la imposición de nuevas restricciones.

Según los datos publicados por la Comisión Europea (CE) este miércoles, el indicador ha registrado una caída en el décimo mes del año de hasta el 86,6 puntos desde los 90,2 enteros de octubre por los efectos de la pandemia. «Tras la recuperación parcial de la confianza de la economía de la zona euro entre mayo y septiembre y el amplio movimiento lateral en octubre, la caída es la primera desde que el indicador cayó bruscamente en la primera ola de la covid-19», indicó el organismo europeo.

Por su parte, el indicador de confianza económica se situó en España en los 87,5 puntos, en comparación a los 89,5 del noveno mes del año, lo que se traduce en dos meses consecutivos registrando tasas negativas por la imposición de nuevas restricciones con el objetivo de contener la pandemia -que incluso van a afectar a la Navidad-.

Por sectores

En concreto, todos los sectores registraron un hundimiento de la confianza, pero el más afectado fue el comercio minoristas que han caído hasta los -26,8 desde -17,9. Seguido de la construcción, con -15,7 desde -13; los consumidores, con -29 desde -26,7; los servicios, con -33 desde -30,8.

No obstante, la industria registro una caída más moderada que el resto de sectores hasta sufrir un deterioro menos marcado, pasando de -10,8 puntos en octubre a -11,7 en noviembre, gracias a la recuperación de la actividad del sector en las factorías europeas.

Empleo

Por otro lado, el indicador de expectativas de empleo registró su segunda bajada consecutiva tanto en la zona euro como en la Unión Europea (UE), hasta los 86,6 puntos desde los 89,9 de octubre, y hasta los 87,2 desde los 90,5, respectivamente por los efectos generados por la crisis del coronavirus.

Unos datos aún son peores en España por el desplome del empleo que se ha registrado desde la crisis del coronavirus comenzó a dar sus primeros coletazos en el mes de marzo. En concreto, el indicador de expectativas de empleo retrocedió hasta los 86,8 puntos en noviembre desde los 91,8 del mes anterior -cifras nunca vistas-.

Banco Central Europeo (BCE)

En un contexto en el que se ha conocido que, el Banco Central Europeo (BCE), ve con buenos ojos, siempre y cuando mejoren las condiciones económicas de los países que conforman la Unión Europea (UE), se adopte un enfoque «caso por caso» respecto de la restauración del pago de dividendos por los bancos, a los que el instituto emisor ha recomendado recompras de acciones al menos hasta enero de 2021 y abstenerse de realizar distribuciones de capital.

«Todo dependería del conservadurismo de los modelos internos de los bancos, del conservadurismo en el aprovisionamiento y de una visión sólida de la trayectoria de capital de un banco. Todo esto deberá tenerse en cuenta y luego llegaremos a una propuesta a finales de año».

En concreto, el representante italiano en el directorio del Banco Central Europeo (BCE), Fabio Panetta, ha explicado que «mientras no esté claro cómo se desarrollará la situación, los bancos deben ser prudentes. Si no pagan dividendos este año, pueden distribuir más el próximo año y, mientras tanto, están mejor posicionados para enfrentar una grave situación de crisis».

«Si pudiera elegir entre los dos enfoques, preferiría ser más prudente, pero esto podría significar un coste para los bancos. Creo que una solución razonable, a medida que mejoren las condiciones económicas, sería un enfoque caso por caso por parte de los supervisores bancarios», añade el italiano a un diario luso.

Por su parte, el representante italiano del Banco Central Europeo (BCE) aseguro que «todo dependería del conservadurismo de los modelos internos de los bancos, del conservadurismo en el aprovisionamiento y de una visión sólida de la trayectoria de capital de un banco. Todo esto deberá tenerse en cuenta y luego llegaremos a una propuesta a finales de año».