Carrefour firma un acuerdo con el INE para ceder sus precios y ayudar al cálculo del IPC

Carrefour se une a otros grupos de distribución alimentaria como El Corte Inglés y Auchan Retail España para facilitar información sobre los precios a los que vende al Instituto Nacional de Estadística (INE). La entidad francesa ha llegado a un acuerdo con el instituto estadístico español.

Otras grandes tiendas como Mercadona todavía no han alcanzado este acuerdo, pero sí Auchan (Alcampo y Supermercados Sabeco) y el citado El Corte Inglés, que ya firmó acuerdos de colaboración con el INE con el mismo objetivo.

Fuentes del organismo estadístico han explicado a Europa Press que Carrefour lleva ya tiempo colaborando con el INE en este tema, aunque ahora se ha ‘oficializado’ esta relación con la firma de este convenio.

El acuerdo ha sido suscrito por Francisco Domínguez, director de Ventas de Carrefour, y Juan Manuel Rodríguez Poo, presidente del INE. Con él se permitirá obtener de forma automatizada información sobre las ventas en España de la cadena de supermercados.

El convenio de colaboración, publicado este jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se enmarca dentro del proyecto ‘Scanner Data’ del INE, cuyo objetivo es utilizar para el cálculo del IPC y del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) la información contenida en las bases de datos de las empresas comercializadoras de productos de consumo.

Dicha información consiste, básicamente, en el registro de las ventas realizadas de cada uno de sus productos en la línea de caja de todos sus establecimientos. Inicialmente estos productos se refieren a lo que se denomina gran consumo (alimentos envasados, bebidas, productos para mascotas, productos para la limpieza del hogar y productos para el cuidado personal).

La mayor parte de la información que actualmente utiliza el INE para el cálculo del IPC se obtiene mediante la visita de su personal a establecimientos representativos de cada sector, seleccionados previamente en cada provincia. En total, se recogen 220.000 precios todos los meses en 33.000 establecimientos.

No obstante, el método ‘scanner data’ mejorará el IPC en cuanto a su cobertura y precisión para medir la evolución de los precios, al tiempo que reducirá la carga de trabajo para la empresa informante.

Mediante el ‘scanner data’ se obtendría información de todas las variedades vendidas de un producto, a diferencia del procedimiento habitual para calcular el IPC, en el que se realiza un seguimiento de precios de una única variedad en cada establecimiento. Además, este sistema permitiría ‘captar’ ofertas y promociones, lo que puede o no suceder con el sistema actual.

Esta metodología ya se utiliza en otros países y Eurostat promueve su uso en el ámbito de la armonización de los índices de precios de los Estados miembros de la UE. Para que sea una realidad en España, se necesita la colaboración de las empresas.

En este sentido, el INE pretende que el IPC incluya a las principales empresas comercializadoras, por lo que continuará los contactos con el resto para incluirlas paulatinamente en los próximos años.

No sólo por la web

El objetivo del INE es que el IPC se pueda calcular con esta metodología en un futuro no muy lejano. Pero no es la única fuente de la que espera ‘beber’ el INE para mejorar el cálculo del IPC.

Está también lo que se conoce como ‘web scraping’, que consiste en la obtención automatizada de información sobre precios de algunas páginas web de empresas que prestan servicios a través de Internet, como las agencias de viajes.

El problema para aplicar este método de recogida de datos es el recelo de las empresas: algunas activan cortafuegos para evitar la obtención de estos datos. El INE ya ha iniciado contactos para conseguir que las compañías que venden productos por Internet le autoricen a recabar la información que precisa para incluirla en el cálculo del IPC, según fuentes del organismo.

Desde el INE defienden que la utilización de fuentes de ‘Big Data’ en la estadística oficial reduce los costes de las encuestas, tanto a los informantes como a los productores de las mismas, acorta los plazos de publicación y puede proporcionar nuevos datos sobre aspectos sociales y económicos aún no estudiados.