Economía
Internacional

Alibaba, castigada por Pekín con una investigación antimonopolio tras un discurso crítico

Pekín no está conforme con las "supuestas conductas monopolísticas" de Alibaba como intentar que las empresas que trabajan con ellos acepten acuerdos de exclusividad para no poder operar con otra.

Malas noticias para Alibaba. La multinacional china del comercio electrónico que compite con Amazon ha sido castigada con una investigación por presuntas prácticas monopolísticas por parte del regulador de competencia de China.

En la mañana de ese jueves 24 de diciembre la Administración Estatal para la Regulación del Mercado (SAMR) del país asiático ha anunciado que inicia las investigaciones en un comunicado muy breve en el que tan solo detalla que se centra en «supuestas conductas monopolísticas». Dentro de estas prácticas, habría acciones como intentar forzar a las empresas que trabajan con Alibaba a aceptar un acuerdo de exclusividad para que se elija una sola plataforma entre dos competidores.

Alibaba ha sido durante los últimos años un ejemplo a nivel internacional del auge de la economía digital china y ha llegado a muchos países occdientales con un modelo de éxito. Su fundador y presidente hasta el pasado año, Jack Ma, se vendió hace años por el régimen comunista como la cara más conocida de una  nueva generación de emprendedores que acumularon fortunas de miles de millones de dólares gracias a este sector.

Pero este anuncio de investigación por monopolio es un ejemplo claro de que Ma, el hombre más rico de China, no mantiene una relación excelente actualmente con la jerarquía de Pekín. Sobre todo después de que criticara la estrategia del Gobierno de limitar al máximo los riesgos en el sector financiero.

Discurso que no gustó

China es una dictadura comunista con tintes totalitarios y las críticas al poder político no suelen ser bien recibidas. Ma tan solo habló de que «el mayor riesgo es cuando intentas minimizar el riesgo a cero» y apuntó que los grandes bancos tradicionales se dirigen como «casas de empeño». Y apenas unos días después, el Gobierno chino suspendió la que iba a ser la mayor salida a bolsa de la historia, la de la subsidiaria tecnofinanciera (‘fintech’) de Alibaba, Ant Group.

Aunque el discurso oficial de Alibaba es que todo sigue normal y que  «Alibaba cooperará de forma activa con los reguladores», subyace la idea de que la empresa puede tenerlo muy difícil si el omnipotente Partido Comunista Chino quiere ir contra ella.

Hundimiento en Bolsa

Ese mensaje de normalidad, como era de esperar, no caló entre los inversores de Alibaba: en la jornada de hoy sus títulos caían un 8,13 % en la Bolsa de Hong Kong -uno de los dos parqués en los que cotiza junto al de Nueva York-, contagiando también a otros líderes digitales que también podrían estar en el punto de mira de Pekín como Tencent o Meituan.

El precio de 228,2 dólares hongkoneses (29,4 dólares, 24,1 euros) por acción con el que finalizó el conglomerado es su mínimo desde principios de julio de este año, y habrá que esperar al próximo lunes, 28 de diciembre, para ver la próxima evolución de su precio, ya que el mercado hongkonés cierra en Navidad y en fines de semana.

Los problemas para las grandes tecnológicas (conocidas en inglés como ‘big tech’) chinas comenzaron a principios de noviembre, cuando los reguladores chinos mantuvieron un encuentro con 27 de estas empresas de Internet para reclamarles que pusieran «orden» a la economía virtual y que cesaran sus prácticas monopolísticas y de «competencia desleal».

Preocupados por el auge de los servicios virtuales durante la pandemia de la covid-19 en contraste a la denominada «economía real», las instituciones chinas están centradas en promover lo que consideran una economía virtual «sana».

Esto se une a un nuevo borrador para una regulación antimonopolio y a normativas que exigen una mayor protección de los datos de los usuarios, iniciativas que los analistas ven encaminadas a regular a las ‘big tech’ de la misma forma que otras empresas tradicionales, después de años de poca intervención gubernamental ante su éxito.

La SAMR ya había impuesto multas por importe de 500.000 yuanes (76.540 dólares, 62.718 euros) a Alibaba y Tencent por esquivar los procedimientos antimonopolísticos en la adquisición de otras compañías, una cantidad reducida en comparación con el tamaño de esas empresas -ambas están valoradas en más de 700.000 millones de dólares- pero que es el máximo que contempla la actual ley y, sobre todo, envía un mensaje de mayor escrutinio al sector por parte de las autoridades.

Reunión de supervisión

Esta Nochebuena está siendo muy mala para Alibaba, porque otro grupo de reguladores financieros encabezados por el Banco Popular de China (BPC, central) anunció que convocará próximamente a la dirigencia de Ant Group a una reunión de «supervisión», informa Efe.

En un comunicado se pide a Ant que «siga los principios del mercado y de la legislación, que aplique los requisitos de supervisión financiera, competencia equitativa y protección de los intereses y derechos de los consumidores y que regule la operativa y el desarrollo de sus negocios financieros».

«Acataremos todos los requisitos regulatorios», ha dicho Alibaba para no contrariar más al Gobierno

La compañía respondió con otro mensaje en el que asegura que «estudiará de forma seria y acatará de manera estricta todos los requisitos regulatorios, y pondrá todos los esfuerzos en completar las tareas en cuestión», sin dar más detalles.

En las últimas semanas, tanto Ant como Ma -su máximo accionista- han dado señales de querer calmar las aguas.

Control del gasto

La ‘fintech’ confirmó a Efe que ha «reducido voluntariamente» los límites de crédito a «algunos usuarios jóvenes» en su servicio de tarjetas virtuales Huabei para «animarles a que gasten de forma más racional». Aunque la compañía no confirmó la cantidad de ese umbral, los medios chinos afirman que ha sido establecido por debajo de 3.000 yuanes (459 dólares, 376 euros).

Precisamente, tras la suspensión de la salida a bolsa de Ant, Huabei había sido objeto de crítica por parte del director de la Oficina de Protección al Consumidor de la CBIRC, Guo Wuping, que en un artículo aseguraba que «es prácticamente igual que el negocio de tarjetas de crédito bancarias, pero sus cuotas por pagos a plazos son superiores a las de los bancos, lo cual es incompatible con el concepto de finanzas incluyentes».

Y, según el diario estadounidense The Wall Street Journal, Ma -que no ha vuelto a aparecer en público desde el citado discurso del 24 de octubre- habría trasladado la siguiente propuesta a los reguladores: «Podéis tomar cualquiera de las plataformas que tiene Ant, siempre y cuando el país las necesite».