Adiós a hacer transferencias como hasta ahora: estos son los cambios que están a punto de llegar a tu banco

En una decisión trascendental, el Parlamento Europeo ha aprobado un conjunto de reglas destinadas a transformar la experiencia de las transferencias bancarias. Estas nuevas normativas imponen a los bancos y a otros proveedores de servicios de pago (PSP) la obligación de reducir tarifas y mejorar los servicios para minimizar los casos de fraude y errores. La medida, respaldada por 599 votos a favor, 7 en contra y 35 abstenciones, tiene como objetivo mejorar la eficiencia y la seguridad de las transferencias, ofreciendo a los clientes minoristas y a las empresas un servicio más rápido y confiable.

El reglamento, que ha sido acordado con los Estados miembros, actualiza las normas de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA) y entrará en vigor veinte días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE. Tras esta fase, las capitales de los Estados miembros dispondrán de 12 meses para aplicar plenamente estas nuevas reglas que prometen cambiar el panorama de las transferencias de fondos en Europa.

Novedades en las transferencias

Una de las principales disposiciones de esta regulación es la obligación de garantizar transferencias instantáneas asequibles y procesadas al momento. Esto significa que los bancos y otros proveedores de servicios de pago deberán ofrecer transferencias instantáneas gratuitas o al mismo precio que las convencionales. Este enfoque busca eliminar las esperas para los clientes minoristas y las empresas, llevando las transferencias a una nueva era de rapidez y eficacia.

El uso de transferencias instantáneas en España, en gran medida, se ha centrado en plataformas como Bizum, que ofrecen este servicio de forma gratuita. Por lo tanto, en el ámbito minorista español, donde la gratuidad ya es la norma, el impacto directo de esta normativa puede no ser tan pronunciado.

Las nuevas reglas también establecen que el precio de las transferencias inmediatas en euros no solo deberá ser asequible, sino que deberá ser igual o inferior al costo de las transferencias convencionales. Este enfoque busca garantizar que la accesibilidad y la inmediatez no estén reservadas solo para aquellos que pueden pagar tarifas más altas.

En términos de tiempo, se establece que la inmediatez de las transferencias deberá garantizarse sin importar el día o la hora. El dinero transferido deberá llegar a la cuenta del destinatario en un plazo de diez segundos. Además, el ordenante debe recibir información dentro del mismo período sobre la disponibilidad de los fondos transferidos al receptor. Esta clara especificación busca definir estándares precisos para las transferencias instantáneas y brindar una experiencia uniformemente rápida para todos los usuarios.

Las normativas también se aplicarán a los países de la UE que no utilizan el euro como moneda principal, siempre y cuando las cuentas ofrezcan transacciones regulares en euros. Sin embargo, se establece un período transitorio más largo para estos países. Se prevé una excepción para la obligación de efectuar el pago en diez segundos en cuentas fuera del horario laboral, mitigando el riesgo de falta de liquidez en la divisa europea durante esos momentos.

La seguridad en las transferencias

Uno de los aspectos cruciales de esta nueva regulación es el enfoque en la seguridad de las transferencias. Los proveedores de servicios de pago deberán implementar medidas sólidas y actualizadas de detección y prevención del fraude. Esto tiene como objetivo evitar que el dinero transferido termine por error o fraude en la cuenta equivocada. Además, se exige a los bancos ofrecer funcionalidades gratuitas para verificar la titularidad de la cuenta del beneficiario antes de realizar la transferencia, brindando una capa adicional de seguridad y verificación.

En un paso adicional hacia la prevención del fraude, las entidades deberán permitir a sus clientes fijar un importe máximo para las transferencias instantáneas en euros. Este límite puede modificarse fácilmente antes de ejecutar una nueva transferencia, otorgando a los usuarios un mayor control sobre sus transacciones y mitigando los riesgos asociados.

En el caso de incumplimiento de las obligaciones de prevención del fraude por parte de una entidad y si esto provoca un perjuicio financiero al cliente, las nuevas reglas permiten a los clientes solicitar una compensación. Esto refuerza la responsabilidad de los proveedores de servicios de pago y garantiza una mayor protección para los usuarios afectados por prácticas fraudulentas.

En el ámbito de la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, se exige a los proveedores de servicios de pago verificar si alguno de sus clientes está sujeto a sanciones u otras medidas restrictivas. Esto contribuye a fortalecer las medidas de seguridad y a prevenir el uso indebido de las transferencias instantáneas para actividades ilícitas.

Por tanto, estas nuevas reglas marcan un cambio significativo en el panorama de las transferencias bancarias en Europa. Al garantizar tarifas asequibles, procesamiento instantáneo y medidas de seguridad robustas, se busca mejorar la experiencia del usuario y fortalecer la confianza en el sistema financiero. Con la implementación gradual de estas normativas, se espera una transición hacia un entorno de transferencias más eficiente y seguro para los clientes de los bancos y otros proveedores de servicios de pago en la Unión Europea.