Economía
Hacienda

Adiós a las deudas con Hacienda: las va a perdonar si cumples estos requisitos

Tener deudas con Hacienda puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza. Ya sea por olvidos, descuidos o simplemente por no tener la capacidad económica para afrontarlas, muchas personas se encuentran en esta situación. Sin embargo, la Agencia Tributaria ofrece mecanismos que permiten aliviar esta carga bajo ciertos supuestos. Aunque no es común que Hacienda nos ‘perdone’ las deudas, existen casos específicos en los que es posible evitar el pago, siempre que se cumplan los requisitos establecidos por la normativa vigente.

El objetivo de estas medidas no es únicamente favorecer a los contribuyentes, sino también optimizar los recursos administrativos de la Agencia Tributaria. De este modo, deudas de pequeño importe o situaciones económicas extremas pueden tener una salida menos gravosa para los afectados. A continuación, detallamos los casos más relevantes en los que Hacienda puede condonar deudas y cómo beneficiarse de estas medidas. A continuación, abordamos las circunstancias concretas en las que Hacienda puede perdonar las deudas, centrándonos en los casos de cuantías muy bajas y la aplicación de la Ley de la Segunda Oportunidad.

Adiós a las deudas con Hacienda

Desde noviembre de 2022, Hacienda introdujo una medida por la cual se permite la condonación de deudas menores a tres euros. Según lo establecido en el Boletín Oficial del Estado (BOE), las deudas de importe reducido, con fecha anterior al 1 de junio de 2022, no serán reclamadas debido a los altos costes administrativos que implica gestionar su cobro.

Esto no significa que estas deudas desaparezcan automáticamente. Los contribuyentes deben realizar una solicitud formal para que Hacienda evalúe la situación. Este mecanismo está pensado para evitar procesos administrativos costosos y desproporcionados respecto al importe que se pretende recuperar.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta medida sólo aplica para deudas de hasta tres euros. En el caso de que el importe sea superior, aunque sea por un céntimo, Hacienda podrá iniciar los procedimientos de reclamación habituales, incluyendo embargos y recargos en caso de impago.

La Ley de la Segunda Oportunidad

Para las deudas de mayor importe, especialmente las que superan los pocos cientos de euros, la solución puede encontrarse en la Ley de la Segunda Oportunidad (LSO). Esta normativa, regulada en la Ley 25/2015, está diseñada para ofrecer un respiro a quienes se encuentran en una situación económica insostenible. Aunque inicialmente fue creada para deudas privadas, también incluye supuestos específicos para deudas con Hacienda y la Seguridad Social.

Uno de los principales beneficios de esta ley es que permite la condonación de deudas públicas hasta un límite de 10.000 euros. No obstante, para acogerse a la LSO, es necesario cumplir una serie de condiciones:

Además, al acogerse a esta ley, el deudor puede beneficiarse de medidas como el levantamiento inmediato de embargos y la eliminación de su nombre de las listas de morosos. Esto le permite acceder nuevamente al crédito o solicitar prestaciones públicas que le ayuden a estabilizar su situación económica.

Cambios en los límites de la Ley de la Segunda Oportunidad

Con la reforma de 2022, se estableció el límite de 10.000 euros para la condonación de deudas públicas por cada administración. Antes de esta reforma, las condiciones eran más flexibles, permitiendo incluso la cancelación de deudas mayores. Ahora, la normativa exige un mayor control y un proceso de evaluación más riguroso, garantizando que este mecanismo solo se aplique en casos realmente necesarios.

Es importante destacar que la LSO no se aprueba automáticamente, sino que requiere un procedimiento judicial en el que se evalúa la situación económica del deudor, así como su cumplimiento con las condiciones mencionadas.

Ventajas de acogerse a estas medidas

Para quienes se encuentran agobiados por deudas con Hacienda, estas alternativas pueden marcar la diferencia. Por un lado, las condonaciones de deudas pequeñas evitan molestias administrativas innecesarias. Por otro, la Ley de la Segunda Oportunidad ofrece una vía para comenzar de nuevo, sin la carga asfixiante de las deudas acumuladas.

Aunque estos mecanismos no son una solución universal, representan una herramienta valiosa para casos específicos. Por ello, es recomendable consultar con un asesor fiscal o un abogado especializado para explorar todas las opciones disponibles y asegurarse de cumplir con los requisitos necesarios.

En conclusión, Hacienda no suele perdonar deudas, pero existen situaciones excepcionales en las que esto es posible. Ya sea por cuantías mínimas o por acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, estas medidas están diseñadas para beneficiar tanto a los contribuyentes como a la propia administración.

Si bien no todos los casos califican para estas disposiciones, conocer las alternativas y contar con el asesoramiento adecuado puede ser clave para dejar atrás las preocupaciones económicas. Así, la condonación de deudas no sólo representa un alivio financiero, sino también una oportunidad para retomar el control sobre la situación económica personal.