Gareth Bale afronta su enésima oportunidad de convencer a Zidane de que es un jugador válido para la plantilla del Real Madrid. Aunque el entrenador a lo largo de la temporada ha depositado en el galés su confianza en determinados momentos, la realidad es que justo antes del parón provocado por la crisis del coronavirus se había quedado sin crédito. Se quedó fuera de la convocatoria ante el Levante, jugó 15 minutos ante el Manchester City y vio los duelos frente a Barcelona y Betis desde el banquillo.
Luego, llegó el bicho, se paró todo y tres meses después Gareth Bale tiene opciones de ser titular el domingo en el estadio Alfredo di Stéfano frente al Eibar. Zidane, que ya puede contar Asensio y Hazard, no valora poner a ninguno de los dos de inicio ante el conjunto armero, lo que permite al de Cardiff contar con serias opciones de formar de inicio junto a Benzema y, si Zizou apuesta por un tridente, Vinicius arriba.
Bale, que quiere seguir en el Real Madrid y no descarta terminar su contrato, que expira en 2022, tiene que convertirse en un futbolista importante para Zidane. Si el ‘11’ demuestra su mejor fútbol será un arma muy importante para el francés en estos once partidos que quedan por delante y en los que se decidirá la Liga, un título que al club y al técnico les apetece mucho ganar.
Bale se hace el sordo y quiere seguir
Bale ya ha expresado su deseo de continuar al club y la entidad madridista, en principio, no le pondrá problemas. Desde Valdebebas, a pesar de que el deseo sería la salida del futbolista para hacer caja, se entiende a la perfección que la situación es complicada y no le van a forzar en demasía a marcharse. Además, viendo que el mercado será limitado, tampoco quieren que un exceso de salidas debilite la plantilla de Zidane. Por lo tanto, y salvo que llegue una oferta irrechazable para jugador y club, Gareth continuará una temporada más vistiendo de blanco.
Con contrato hasta 2022 y pocas expectativas de renovación, si la situación fuese normal el Real Madrid haría lo posible y lo imposible para que Gareth Bale saliese. Pero en estos tiempos de pandemia nada es normal y la entidad presidida por Florentino Pérez no forzará a nadie a salir. Por lo tanto, parece que todavía hay Gareth para rato en el Madrid.
Con una tregua en su primer verano como madridista, justo tras ser capital para que el equipo conquistase la Copa del Rey y la Champions en Lisboa, su futuro siempre ha estado en entredicho. Pero siempre terminó continuando. De hecho, durante el último mercado veraniego estuvo casi con los dos pies fuera de la casa blanca, pero finalmente se volvió a quedar. Muy a pesar del deseo de Zidane. Una vez confirmada su presencia en la plantilla, Zizou le sumó a la causa y con los altos y bajos que el de Cardiff suele experimentar a lo largo de la temporada hasta que el COVID-19 lo parase todo había participado en 18 partidos, haciendo tres goles y repartiendo dos asistencias.
