Jornada 5 de la Euroliga: Estrella Roja - Real Madrid

El Real Madrid se quema en el infierno de Belgrado

El Real Madrid se vio superado mentalmente ante el Estrella Roja

El tercer cuarto fue catastrófico para los de Scariolo

Campazzo retrata a los radicales propalestinos: «Es una cagada»

Estrella Roja-Real Madrid.
Estrella Roja-Real Madrid.

El Real Madrid se quemó en el infierno de Belgrado ante Estrella Roja en el partido de la jornada 5 de la Euroliga. Después de la buena racha de tres partidos consecutivos sin perder, los de Sergio Scariolo se vieron superados completamente ante un rival que superó mentalmente al cuadro merengue y cortó la euforia de las últimas semanas en Europa, en el que solo Okeke estuvo a la altura de la exigencia de esta clase de duelos.

El primer cuarto fue un intercambio de golpes donde Miller-McIntyre fue un total dolor de cabeza para el equipo de Scariolo. Hasta 12 puntos de 25 anotó con dos triples, uno sobre la bocina que desató la furia en Belgrado. Un empujón del Estrella Roja que no impidió al Real Madrid aprovechar los rebotes en ataque, de los cuales sacó oro, llevándose hasta cinco, y cuatro de ellos gracias a un Okeke inmenso. Eso, sumado a un Hezonja descomunal que abría brecha para establecer una ventaja arriba de cinco puntos. El único pero en los primeros diez minutos ejemplares era la baja tasa de aciertos desde tiro libre con un 9/15.

Sin embargo, el segundo fue dominio absoluto de los serbios. En los triples no tuvo el acierto esperado, con solo 4/13 por el 5/11 que sumó el Estrella. Atrás se había quedado esta ventaja de once puntos que tanto aliviaban al Real Madrid, pero en Belgrado es crimen de guerra despistarse. Volvió el espejismo que se vivía ante el Baskonia y que, de nuevo, volvía al rival meterse de nuevo en el partido.

Desconexión mental del Real Madrid

Es más, en los primeros seis minutos guardaba un parcial devastador de 13-2, siendo curiosamente los dos únicos desde zona de tiro libre. Y, en este round, era el Estrella el que aprovechaba los rebotes en zona de ataque con ocho en total. Tan solo un triple de Abalde y las internadas de Okeke evitaron que el desastre fuera a peor, viéndose abajo por cuatro puntos en el ecuador del duelo.

El guion no iba a cambiar en el tercer cuarto con un McIntyre, que no pare de sumar de tres en tres para sumar en aquel entonces 18 puntos en su cuenta personal. Eso hizo ver la imagen de un Scariolo cabreado con los árbitros al ver una falta en ataque de Garuba y las faltas de un Tavares y Abalde que no estaban teniendo su noche.  Mentalmente, el Real Madrid se vino abajo, donde en apenas unos minutos seguía viendo cada vez más lejos a un Estrella Roja que no pisaba el freno, con un Davidovac que frenaba en zona de aro. Aquella imagen del 20-31 en el segundo cuarto fue el comienzo de una cuesta abajo que el equipo madridista no supo parar a tiempo.

Descolocado totalmente, pese al solitario triple de Hezonja, la brecha cada vez era mayor. La entrada de Sergio Llull tampoco fue la solución, ni el propio Campazzo se encontró, mientras Ojeleye disfrutaba de su mejor partido en Belgrado. Su triple sobre la bocina fue la puntilla. Scariolo y los suyos tiraron la toalla. Mientras Okeke trataba de cerrar la sangría, a seis del final se veía un marcador desolador de 59-76 abajo. El Belgrade Arena era una fiesta con casi una veintena de diferencia. Un Real Madrid que se encogió en Europa para cortar la euforia europea.

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