Woltemade quiebra a una España Sub-21 que suspende el gran examen antes del Europeo

Las historias tienen a perdurar por el desenlace, pero la que protagonizaron este martes Alemania Sub-21 y España Sub-21 se recordará por el nudo, ya que la estrella se había marchado cuando sonó el pitido final. Woltemade destrozó a los de Santi Denia con un hat-trick perfecto. Primer gol con la izquierda, segundo con la derecha y el tercero de cabeza. Tres golpes al mentón de una España Sub-21 de contrastes que deja dudas en la última prueba antes del próximo Europeo.

Más allá de la nomenclatura, el partido poco o nada tuvo que ver con un amistoso. En la grada más de 16.000 personas y sobre el terreno de juego dos selecciones llamadas a tocar metal el próximo mes de junio. Para entonces se deben haber realizado los deberes pendientes dentro de una España Sub-21 en plena regeneración, porque el Europeo coincide en tiempo y forma con el renovado Mundial de Clubes y eso mermará la convocatoria.

Más de allá de coincidencias en el calendario, Woltemade avisa a Santi Denia de lo que se encontrará en Eslovaquia. Su España Sub-21 llegó tarde y mal a Darmstadt. Cometieron los mismos errores que el pasado viernes ante República Checa: dudas y poca contundencia en defensa. La aprovechó Alemania con una presión muy alta y que dio el primer golpe nada más llegar.

Con Nick Woltemade como faro en ataque. Habitual segundo punta, este martes ejerció de inicio como delantero referencia y fue un quebradero de cabeza para toda la defensa española. Sentó a Kike Salas de un caño y a Iturbe con una vaselina sublime para abrir la lata. Maniobra exquisita, más para un delantero de casi dos metros de altura al que el meta español le negó el doblete poco después.

Esta España Sub-21 tiene deberes por hacer

Entre medias, Moleiro había sacado bajo palos el remate de Gruda. El primer cuarto de hora fue un agobio para una España Sub-21 incómoda sobre el terreno de juego. Sufre este selección sin balón y Alemania se lo había arrebatado. Fue una noche difícil especialmente para Mosquera, pareja de baile de Woltemade al que el alemán le dejó sordo de los pies en cada duelo.

No conseguían los de Denia estirarse y trasladas dudas a Alemania, o al menos el miedo en el cuerpo. Se vio poco a Javi Guerra por dentro y la circulación española no fluía. Aunque, casi sin querer, se sacudieron el dominio local con el empate. Gabri Veiga aprovechó un despeje poco ortodoxo de la zaga para batir a Atubolu. Bajó entonces el ritmo Alemania, más por el resultado que por las sensaciones, pero no así su dominio.

Woltemade volvió a castigar exhibiendo otro registro, no tan vistoso pero igual de efectivo. Control, media vuelta y disparo. Los cambios dieron otra cara a España, pero, curiosamente cuando comenzaban a hilvanar posesiones con criterio y transmitían mejores impresiones, de nuevo Woltemade dio con el mazo. Esta vez de cabeza.

El gigantón actúa como delantero puro dentro del área, pero se mueve fuera de ella como un jugador de fútbol sala. Posee magníficos registros. Se marchó sustituido a falta de unos minutos con el trabajo hecho y sembradas las dudas españolas. El examen era de altura y la calificación de los de Denia es un necesitan mejorar. Quedan poco menos de tres meses para que se apliquen.