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Copa del Rey: Atlético - Girona

‘Wandazo’ copero del Atlético

El Atlético quedó eliminado de la Copa del Rey después de empatar 3-3 contra el Girona en el Metropolitano

Atlético de Madrid y Girona empataron 3-3 en el Metropolitano por lo que el cuadro catalán se ‘carga’ a los rojiblancos y avanzan a los cuartos de final de la Copa del Rey. Cuando todo parecía que la eliminatoria se había decidido con un tanto de Griezmann, Doumbia bajó de la nube a los colchoneros, además de apearle de la competición.

El 1-1 obtenido en la ida no obligaba al Atlético a marcar, un 0-0 le valía, pero el Cholo Simeone no podía salir a esperar a ver lo que hacía un, siempre duro, rival que parece que le tiene cogida la medida al conjunto colchonero. Para tratar de matar la eliminatoria, el bonaerense salió con Adán bajo palos; Juanfran y Arias en los laterales -el juicio a Lucas tendría que esperar- y Godín y Giménez en el centro de la zaga. Thomas, Koke, Saúl y Lemar eran los dueños de la medular, mientras que el gol lo buscarían Correa y Kalinic.

Sólo podía quedar uno. En la eliminatoria digo, porque parece que esa frase se la están creyendo al pie de la letra en el Atlético después de que Vitolo volviese a caer lesionado en la previa, sumándose a la larguísima lista de bajas que ha sufrido el cuadro rojiblanco a lo largo de la temporada. Justo cuando mejor estaba el canario. Pero sigamos, sólo podía quedar uno en una eliminatoria en la que los duelos entre ambos en los últimos tiempos nunca ha tenido un equipo que salga victorioso. Siempre empates. Que en este partido también valía, pero uno se quedaría en el camino de la búsqueda de levantar el trofeo de Copa del Rey.

Arrancaba el choque y el único equipo que parecía que iba a por el partido era el Atlético. El Girona se defendía en su campo y los rojiblancos trataban de encontrar algún hueco con combinaciones entre Koke, Saúl, Lemar o Correa entre líneas. De esa forma no lograban crear ninguna ocasión clara, así que tocaba intentarlo de otra forma. Godín pasa en largo un balón a la espalda de la defensa con una facilidad como con la que Amazon entrega entrega un paquetón en la puerta de tu casa. Hueco que aprovechó Kalinic para perseguir el esférico y, sin necesidad de controlarla, la mandó al fondo de la red.

El VAR entra en acción

Si el Girona estaba obligado a marcar antes del inicio del partido, ahora más. Por eso los de Eusebio se estiraron un poco y trataron de jugar un poco más en el campo del Atlético. Cuando el balón estaba en los pies locales, la defensa adelantada del cuadro rival permitía a los colchoneros tratar de intentar la misma jugada que tanta alegría les dio en el gol de Kalinic. Pero si hablamos de alegría, también hay que hacerlo de la desesperación. Una gran jugada colectiva entre Saúl y Correa terminó con el croata mandando un rechace al fondo de la red. Había que revisar el VAR y tras dos minutos de espera, la, últimamente tan cuestionada, tecnología daba la razón al linier que levantó el brazo.

Y si hablábamos de la desesperación, rápidamente se pasó a las lamentaciones. Un centro desde la derecha de Porro llegó al pecho de Valery, que esperaba en el segundo palo. El del Girona controló y sin dejarla estampó la bola en el fondo de la portería que defendía Adán. Peor pudo ser si Stuani no se hubiera trastabillado unos minutos después cuando se quedó solo delante de la portería atlética. La emoción regresó a la piel de los aficionados colchoneros con un par de ocasiones antes de que se llegase al final de la primera mitad. Sin duda, un vaivén de emociones que les hubiera encantado analizar a sociólogos como Weber, Durkheim o Kemper.

Con el 1-1 se reanudó la segunda mitad. Un resultado que llevaba el partido a la prórroga, pero aún restaban 45 minutos por delante. Los jugadores no querían el tiempo extra, y menos aún los aficionados con el frío que reinaba el Metropolitano, que bien podría valer también como criadero de pingüinos. Para ello, Correa lo intentó en los primeros instantes, pero el balón chocó en la madera previo desvío de Iraizoz, que con una buena estirada evitó el tanto del argentino. De la idea del ‘sólo puede quedar uno’, el Atlético seguía malinterpretándola. Saúl caía en batalla y era Rodrigo el que entraba en su lugar.

Remontada y mazazo

Stuani fue el responsable de evitar la posibilidad de que hubiese prórroga. Una falta lateral de Juanfran terminó con un soberbio testarazo del uruguayo para batir a Adán y obligar al Atlético tener que meter dos goles si quería estar en los cuartos de la Copa del Rey. Entró Griezmann por Koke, la afición le pedía más a los suyos, el Girona se encerraba…y Correa hacía diabluras. Kalinic dejó pasar un balón para dejar a Angelito solo contra Gorka. Y esta vez no falló. 2-2 en el marcador y rápido a por el cuero para buscar el tercero.

A estas, salió Lucas Hernández al campo por Juanfran. Calurosa ovación la que recibió el francés por parte de una afición que usará sus medios para convencerle de que se quede en el Atlético. El Girona se encerraba más aún con el gol y comenzaba a sufrir. Primero avisó Correa y después Arias, que logró marcar, pero otra vez el VAR dijo que había posición antirreglamentario del lateral colombiano. Una decisión dudosa, ya que el cafetero estaba en línea con Valery. Pero tanto va el cántaro a la fuente que Griezmann acaba metiéndola. Un pase de mago de Lemar encontró al Principito que, casi sin ángulo, la metió por la escuadra del palo corto. En línea estaba el de Macon, para ponérselo difícil al VAR, pero esta vez el tanto subió al marcador.

De la euforia del tanto de Antoine, a la tristeza del duro mazazo de otro gol del Girona cuando apenas restaban 4 minutos. Otro centro de Porro, chota Borja García y Doumbia la desvía. Balón al fondo de la red, 3-3 y a los de Simeone les tocaba remar a contrarreloj. 21 jugadores vivieron en el campo del Girona. Los de amarillo, colgados de su larguero. Los de rojo y blanco, queriendo penetrar la muralla puesta por Eusebio. Seis minutos de añadido, uno por cada gol. Pero no llegarían más goles antes del pitido final, por lo que el valor de los goles fuera de casa dejó al Atlético eliminado de la Copa del Rey.