Deportes

Un magistral Djokovic derrota a un heroico Federer

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Fue un duelo de maestros desde el primer raquetazo. Djokovic y Federer tuvieron sendas bolas de break en sus dos primeros servicios, pero ambos apretaron los dientes y salvaron su saque. A la segunda, eso sí, no perdonó el serbio y se puso por delante en el tercer juego: 2-1 con rotura de servicio a favor. Intentó devolver el break el suizo, que se puso 0-30 en el sexto y tuvo una bola de rotura, pero la bestia de Belgrado emergió para decidir quién iba a marcar el ritmo del partido y ponerse 4-2.

Con el 5-3 a favor tuvo Djokovic sus dos primeras bolas de set al servicio de Federer. La primera la salvó Federer con una volea forzadísima a la remanguillé, pero a la segunda, con un tiro calcado, la devolvió el serbio con una bola a los pies que no pudo levantar el suizo a bote pronto. Novak se anotaba el primer set con un incontestable 6-3 y rompiendo dos veces el saque de Federer.

El serbio cierra la temporada con once títulos y se anota su quinto Torneo de Maestros, el cuarto consecutivo desde 2012

Al suizo, sabedor de la estadística de Djokovic cuando gana el primer set –70 victorias y dos derrotas–, le entraron las prisas por cambiar su juego. Puntos más cortos y costantes subidas a la red, pero Nole no se descomponía. El serbio, tan endeble mentalmente en sus inicios, se ha convertido en un verdadero robot, que ni siente ni padece por mucho que sus rivales levanten puntos imposibles o consigan winners de otro planeta.

Ambos maestros sacaron su mejor tenis de la raqueta y dejaron sobre la moqueta del O2 algunos puntos memorables. Djokovic y Federer mantenían sus respectivos saques hasta el octavo juego, cuando el serbio consiguió se puso 0-40 con tres bolas de break que parecían definitivas. Pero el viejo Roger, con sus 34 años a cuestas, no había dicho su última palabra. Y lo hizo con tres saques monumentales y dos puntazos propios del que es, por méritos propios, el mejor tenista de todos los tiempos. 4-4 y a volver a empezar.

Salvó su saque Djokovic sin grandes apuros y la pelota volvía a estar en el tejado de Federer. El serbio acariciaba el título con dos bolas de partidos, pero el suizo salvaba la primera gracias a un error no forzado de Nole. A la segunda, Federer cometió una doble falta que le ponía un broche gris a un enorme partido de tenis. Djokovic lograba su quinto Torneo de Maestros, el cuarto consecutivo desde 2012. Además, lograba su undécimo título en una misma temporada y cerraba el mejor año que un tenista haya tenido jamás. Sólo Wawrinka le privó en Roland Garros de conquistar el Grand Slam y una temporada perfecta.