Boxeo

Ugás destroza a un Pacquiao que ha podido vivir su último baile

Manny Pacquiao cayó derrotado ante Yordenis Ugás y el boxeador filipino continúa valorando la retirada del mundo del boxeo

Pacquiao
Ugás golpea a Pacquiao durante el combate. (Getty)

Yordenis Ugás sorprendió a Manny Pacquiao en el T-Mobile Arena de Las Vegas imponiéndose al filipino en una pelea que se decidió por decisión unánime (115-113, 116-112 y 116-112). No pudo recuperar el cinturón del peso wélter de la AMB y ahora el mítico boxeador asegura que tiene que pensar acerca sobre su futuro, sopesando seriamente retirarse colgando los guantes y abandonando los rings de boxeo.

Ugás, reclutado a última hora después de que el oponente original de Pacquiao, Errol Spence Jr., se retirara por lesión, dominó al ícono filipino con su jab y golpes más limpios para ganar en las tres tarjetas por 115-113, 116-112 y 116-112.

«Mis respetos para él, que es una leyenda y me dio esta oportunidad», señaló en el ring el cubano Ugás. Pacquiao, por su parte, reconoció que le costó «hacer ajustes dentro del ring. Ugás hizo un buen trabajo. Le doy gracias a los aficionados y a todos por hacerme posible esta pelea. Mis respeto para Ugás que hizo una buena pelea».

Al ser consultado sobre un posible retiro del boxeo, el campeón filipino lanzó: «No sé, voy a analizarlo y tomar una decisión. También en cuanto a la presidencia de mi país, tomaré una decisión pronto». Las muestras de cariño a Manny Pacquiao estuvo presente en todo momento con el público coreando constantemente su nombre.

Pacquiao, ahora con un récord de 62-8-2, 39 nocauts, restó importancia al impacto del reajuste táctico que tuvo que hacer mientras se prepara para la pelea número 72 de una carrera profesional que comenzó en 1995. En tanto, el cubano de 35 años dejó su palmarés en 27-4, 12 KOs.

Pacquiao salió muy activo en el primer asalto pero el cubano aprovechando su mayor alcance frenó algunas entradas que el filipino quiso hacer. Ugás se vio muy técnico y aferrado a su táctica de llevar el combate desde la distancia con un jab muy efectivo.

Por su parte, Pacquiao no podía encontrar los ángulos que buscaba mientras era blanco fácil del jab del antillano y en el tercer asalto ya tenía una pequeña inflamación debajo del ojo derecho. En el cuarto, sin apenas llamarle con anterioridad la atención, el árbitro le quitó un punto al cubano por un golpe bajo que se quejó el filipino.

El quinto, el sexto y el séptimo asaltos fueron bastante parejos, aunque el filipino se veía algo frustrado con ambos pómulos inflamado. La agresividad de Pacquiao se frenada por la técnica empleada por el caribeño. De echar chispas fue el octavo asalto en el que Pacquiao pudo sacar cierta ventaja por su gran experiencia y rapidez. Ya el cubano presentaba un pequeño corte en el arco superciliar derecho.

La versión natural de un Manny Pacquiao que hace tres años encantaba se vio en esta oportunidad solo por momentos. Hasta el undécimo capítulo el combate iba bastante parejo, algo que beneficiaba al filipino sin dudas por historia. El duodécimo fue sin dudas el mejor del cubano, ya que el filipino se vio terminar muy lastimado, aunque Ugás también terminó con una inflamación pequeña debajo del ojo izquierdo.

Pacquiao llegaba disgustado al combate ya que había sido  despojado polémicamente de su título de la AMB por «inactividad» a principios de este año a pesar de la interrupción global del boxeo causada por la pandemia del coronavirus. La AMB le entregó ese cinturón a Ugás, un hecho que irritó a Pacquiao.

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