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Europa League: Sevilla - Manchester United

El Sevilla sigue siendo el rey de la Europa League

  • Luis Cobos
  • Jerezano con sangre madrileña. Redactor de deportes. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Amor eterno por la pelota.

El Sevilla destrozó al Manchester United en un Sánchez Pizjuán apoteósico y demostró que sigue siendo el rey de la Europa League. Los hispalenses vencieron 3-0 al cuadro británico con doblete de En-Nesyri y otro de Badé para meterse en semifinales de su competición fetiche. Mendilibar le ha cambiado la cara al equipo andaluz, que fue muy superior al del Ten Hag.

Mendilibar, tras la épica de Old Trafford, afrontó la vuelta en Nervión conociendo que el equipo tenía muchas más opciones con un ambiente excepcional en un Sánchez Pizjuán abarrotado y reluciendo un blanco esplendoroso.

Navas, Ocampos, En-Nesyri, Fernando, Acuña, Lamela o Badé formaron de inicio en un Sevilla que salió al césped con confianza ante un Manchester United que llegaba con las bajas de Bruno Fernandes, Varane, Lisandro Martínez y con Rashford en el banquillo. Casemiro lideraba un equipo con Maguire y Lindelof como centrales, y Martial y Sancho arriba junto a Antony.

El partido, con un ambiente que hacía presagiar lo que iba a pasar, empezó de la mejor manera posible para el Sevilla. En-Nesyri, bendecido con el gol desde que volvió del Mundial, adelantó a los hispalenses a los ocho minutos de partido. De Gea cometió el error de darle la pelota a Maguire mientras el central inglés estaba rodeado de sevillistas. El defensor, muy torpe con la pelota, la perdió ante Lamela y el delantero marroquí batió al portero español para poner la eliminatoria patas arriba.

Superioridad sevillista

El Sevilla estaba jugando con mucha más intensidad ante un Manchester United tocado. Mendilibar había cambiado al equipo con un juego mucho más pragmático y se estaba zampando al equipo dirigido por Ten Hag. Antes de llegar a la media hora de partido, rozaron los hispalenses el segundo tras un centro al área de Gudelj de rabona que cabeceó En-Nesyri y que Ocampos no llegó por los pelos.

En el minuto 30 de partido, Mendilibar tuvo que realizar su primer cambio por obligación. Marcao se rompió y tuvo que retirarse lesionado entre lágrimas. El técnico vasco no confiaba en Nianzou y prefirió meter a Suso en el campo.

Casemiro estaba siendo el mejor jugador de un Manchester United que estaba deambulando sobre el césped de Nervión. El pragmatismo de Mendilibar, que le había cambiado la cara a un Sevilla que sigue demostrando que es el rey de la Europa League, estaba siendo muy superior ante el ‘cruyffismo’ de Ten Hag.

La primera mitad terminó con un gran dominio sevillista, en una situación totalmente opuesta a lo que ocurrió en Old Trafford. Lindelof le sacó una ocasión clara a Suso en el minuto 39 y Ocampos anotó el segundo en el minuto siguiente. Pero tras una revisión del VAR, el colegiado anuló el tanto del argentino por un fuera de juego previo de Acuña, que fue quién metió el pase.

Justo antes del descuento, Casemiro despejó con el hombro un tremendo voleón de Rakitic que claramente iba a portería. El Sevilla terminó la primera parte con una superioridad tremenda que dejaba a Nervión iniciando la fiesta.

El gol de la confirmación

Ten Hag no lo vio nada claro en el descanso y sacó a Rashford y Shaw en el inicio de la segunda mitad. El delantero británico solamente estaba para 20 minutos, pero el United necesitaba gol, y para ello su estrella tenía que estar en el campo. Pero ocurrió lo contrario a lo que buscaba el técnico holandés.

En el primer minuto de la segunda mitad, y a la salida de un córner, Badé hacía el segundo de cabeza. Rakitic la puso perfecta al corazón del área y el central francés remató con el hombro para que la pelota, con la comba del que tiene la mística del campeón, diese en el travesaño y bajase hacia la red. Era el 2-0, el de la confirmación del rey, y el Sevilla estaba crecido.

El tercero del Sevilla estaba mucho más cerca que el intento del United de meterse en el partido. Y eso fue lo que ocurrió en Nervión. Porque el ‘dicen que nunca se rinde’ no es solamente un lema y la mística de este equipo en Europa League no es solamente un dicho. Es la realidad.

En el minuto  81, tras una salvaje cantada de De Gea, el Sevilla hizo el 3-0 y sentenció la eliminatoria. En-Nesyri aprovechó el grosero error del portero español y anotó a portería vacía su doblete particular. Un renacido Sevilla había eliminado a uno de los favoritos de la competición, que previamente se había cargado a Barcelona y Betis. El ambiente en el Sánchez Pizjuán era bestial. La fiesta del rey ya estaba montada. El Sevilla ya estaba en semifinales de la Europa League. El rey ya está de vuelta y su gente ya quiere la séptima.