Un Real Madrid de ‘running’

«La casualidad no existe en el fútbol», comentaba Zidane en rueda de prensa tras lograr el pase a semifinales de la Champions League. El entrenador francés tenía claro que para superar el durísimo mes de abril tenía que hacer rotaciones, y de momento la cosa no está marchando nada mal. Los blancos se meten entre los cuatro mejores de Europa por séptimo año consecutivo, mientras que en Liga el Real Madrid es líder en solitario con tres puntos de ventaja con respecto al Barcelona y un partido más por disputar, el aplazado ante el Celta.  Y nada es fruto de la casualidad. El conjunto merengue ha llegado al decisivo tramo final de temporada como un tiro en el aspecto físico, algo que se nota y mucho durante los partidos.

Sin ir más lejos, en la vuelta ante el Bayern fue evidente que los jugadores están como motos. Las minipretemporadas diseñadas por Antonio Pintus en Navidad y posteriormente tras caer en Copa del Rey están dando sus frutos. Jugadores como Marcelo o Cristiano Ronaldo, que suelen llegar a los finales de curso fatigados y tocados, demostraron en el Bernabéu que están en un gran momento de forma.

Pintus y Zidane, los artífices

Sin embargo, no toda la responsabilidad es del teniente Pintus, que tiene buena parte de culpa pero no toda. Zidane y sus rotaciones han permitido que todos los jugadores estén enchufadísimos cuando saltan al terreno de juego, y algunos de la segunda unidad como Morata, Isco o el propio Asensio están siendo decisivos en muchos partidos. En definitiva, el gran trabajo en el apartado físico y las rotaciones hacen que el Real Madrid llegue en un estado de forma temible al mes clave para el devenir de la temporada, siempre y cuando las lesiones respeten al grueso del plantel.

Zidane no ha querido cometer los mismos errores que cometió precisamente Carlo Ancelotti, pues en la cúpula merengue siempre creyeron que el equipo estaba muy mal trabajado físicamente cuando el italiano estaba a los mandos. De hecho, esos informes son los que acabaron convenciendo a la directiva para fulminar a Carletto, tal y como ha contado Eduardo Inda en numerosas ocasiones.