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FINAL CHAMPIONS 2016

La parte contratante de Carmena: «No trabajaríais como trabajáis si vosotros como personas no fuerais capaces de hacer lo que hacéis»

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

El discurso de Manuela Carmena en la recepción en el Ayuntamiento a los campeones de Europa no pudo ser ni más improvisado, ni más deslabazado, ni más estrambótico.

La alcaldesa de Madrid comenzó pidiendo un aplauso para los jugadores del Real Madrid y luego contó, como Cela en Viaje a la Alcarria, sus peripecias por Milán: «Allí estaba yo, al lao del Rey, del Presidente del Gobierno, de la Presidenta de la Comunidad. Estábamos con el alma en vilo, porque vuestra manera de jugar pone el alma en vilo».

Y siguió: «Os he dao un abrazo a todos los que he podido y os lo quiero dar ahora a todos por lo que habéis hecho. Os he visto que corríais muchísimo y os han visto 480 millones de personas en todo el mundo. Ponéis en el epicentro a esta ciudad y la verdad es que sois los mejores; es así, sois los mejores».

Manuela Carmena, ya con el discurso en pleno éxtasis, insistió en loar a los jugadores del Real Madrid: «Muchas gracias por tanto, porque fuisteis capaces de un partido extraordinario y tuvisteis un rival extraordinario también madrileño. Quisiera agradeceros todo y recordar lo que significa el deporte. El deporte es una maravilla y vosotros lo interpretáis como nadie».

Y entonces llegó su frase más hilarante en la que Carmena quiso emular aquella película de los hermanos Marx de la parte contratante de la primera parte. «No trabajaríais como trabajáis si vosotros como personas no fuerais capaces de hacer lo que hacéis», dijo la alcaldesa de Madrid. Sólo ella sabe lo que quiso decir. Su regalo, otra vez unos gemelos para los jugadores –como ya hizo con los de basket-, que hay que darles salida.

Admitió que se puso nerviosa en el partido «por desconocimiento, pero el Rey me orientó». Al final, no se puso la camiseta que Florentino Pérez le regaló firmada por la plantilla y se olvidó de la foto de familia, que un operario le recordó.