La Liga: LAS PALMAS-CELTA DE VIGO

Nueva víctima de la ley del miedo: Aspas fue expulsado por protestar y quiso sacar al Celta del campo

Iago Aspas fue expulsado por doble amonestación tras protestar dos decisiones de Cordero Vega

Pese a ser el capitán, vio dos amarillas y pidió a sus compañeros que se fueran del campo al grito de "¡vámonos!"

Medina Cantalejo implanta la ley del miedo en el arbitraje ante el descrédito de sus colegiados

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Iago Aspas, tras ser expulsado. (EFE)
Hugo Carrasco

Imagen insólita la que se ha visto en el estadio de Gran Canaria. Iago Aspas ha sido la nueva víctima de la ley del miedo de Medina Cantalejo, ante Las Palmas. El capitán del Celta de Vigo vio dos amarillas en dos minutos por protestar y fue expulsado, dejando a su equipo con nueve. Incrédulo, lo que hizo fue pedirles a sus compañeros que le acompañaran y se marcharan del terreno de juego.

Precisamente, Aspas había visto la primera cartulina por protestar la expulsión de Ilaix Moriba, que había visto dos amarillas casi consecutivas en dos acciones en las que es cuestionable que haya hasta falta. Cordero Vega enseñó las dos tarjetas al canterano del Barcelona, Aspas protestó y, pese a ser capitán, vio la amarilla.

Dos minutos después, volvió a discutir otra de las decisiones del colegiado, que le enseñó la segunda amarilla, dejando a los suyos con dos jugadores menos. La reacción del jugador de Moaña fue la de marcharse al grito de «¡vámonos!», animando a sus compañeros a que le acompañaran y se marcharan todos del terreno de juego por la mala actuación del colegiado, perjudicando claramente al Celta.

La expulsión de Aspas por doble amarilla por protestar pone de manifiesto la ley del miedo que se ha impuesto en el CTA. Ya no sólo no se permite que los jugadores protesten, dejando sólo que los capitanes sean quienes se dirijan al árbitro, sino que a éstos se les mantiene a raya, impidiéndoles prácticamente dirigirse al colegiado. Le pasó a Modric, que siendo capitán fue amonestado por una protesta y, ahora, le pasa por partida doble a Aspas.

El del Celta ha visto dos amarillas en apenas dos minutos. Primero, por protestar la expulsión por dos amarillas de Moriba –que son más que cuestionables– y, después, por dirigirse de nuevo al colegiado.

Aspas, víctima de la ley del miedo

Desde que la UEFA implantara en su normativa que sólo los capitanes pueden dirigirse a los árbitros, los colegiados están instaurando el terror entre los equipos de la Liga. En total, más de 90 veces se han sacado amarillas o rojas –incluyendo a los entrenadores– por protestar, en ocho jornadas y lo que se ha jugado de la novena.

Los colegiados españoles se fundamentan en la ley del miedo de Medina Cantalejo para sancionar de forma legal a los protagonistas de este deporte en nuestro país. La norma es así de tajante: «No se debe permitir gesto alguno que llegue al aficionado como una crítica hacia lo pitado». Esto significa que cualquier jugador que ponga mínimamente en duda la decisión de los colegiados, corre el riesgo de ser castigado.

La coincidencia del aumento de tarjetas por protestar con la implantación no sólo de la ley del miedo, sino también con la de la UEFA no es una simple casualidad. Y es que en la última Eurocopa el organismo presidido por Aleksander Ceferin inauguró la medida de que sólo el capitán pudiese protestar al árbitro, lo que corta de raíz algo tan natural como la reacción del futbolista cuando el colegiado de turno pita algo que considera injusto.

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