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Copa Davis 2024

Un Nadal eterno claudica ante Van de Zandschulp y España se queda sin margen de error en la Davis

El balear cede con el neerlandés en su, posiblemente, último partido como tenista profesional

Así hemos vivido el partido de Nadal

Las luces del Martín Carpena fueron perdiendo fuerza hasta apagarse por completo para dar paso a un tenista que brilla con luz propia. Nadal desprende un aroma nostálgico en cada raquetazo. Pueden ser sus últimos, quién sabe, eso ya no depende de su raqueta. Por el momento, lo que está claro es que la Armada española no tiene margen de error después de que Nadal claudicara ante Botic van de Zandschulp (6-4, 6-4) tras un ejercicio de pundonor admirable.

Con el gesto erguido, sus primeras lágrimas inundando su rostro y el corazón en puño, no sólo el suyo, sino del de toda España. Nadal se presentó en el Carpena impulsado por una marea roja entregada para la causa. En sus golpes va la fuerza de todo un país, pero los de Botic tampoco van huérfanos de vigorosidad. Un sector del Carpena luce el naranja papaya del país de los tulipanes.

El desenlace del partido es el lógico. El tenista número 80 del mundo de 29 años ganando imponiéndose al 154 de 38 primaveras. Lo racional siempre tiene razones que lo sentimental ignora. Pero cómo no depositar esperanzas en alguien que le ha llevado la contraria a la razón y salido vencedor en innumerables ocasiones. Su presencia y legado intimidan.

Que se lo digan a Van de Zandschulp. Tres dobles faltas en su primer servicio. Impone jugar ante el balear, que se mantiene su saque, aunque se le ve algo falto de ritmo y reacción. Lógico, Rafa no disputa partido alguno desde que lo hiciera ante Djokovic en los Juegos Olímpicos de París, hace casi cuatro meses.

Nadal no se retira porque esté quemado del tenis. Se retira porque no ya no tiene la oportunidad de entrenar y jugar al un nivel que le compense personalmente. Se retira porque Rafa ya no puede ser Rafa. Ese tenista cuya técnica era superior, pero que inclinaba los partidos por su resistencia inhumana y su fortaleza mental.

Sólo ha podido jugar de manera intermitente esta temporada y tras los sorbos veraniegos en Bastad y los Juegos de París renunció a seguir compitiendo para concentrarse Málaga. El paréntesis se añade a los efectuados con anterioridad por las lesiones. En ello no repara Van de Zandschulp, que eleva su porcentaje de puntos ganados con primer servicio hasta el cielo para, a la segunda, quebrar a Nadal.

11.000 personas empujaban en la grada y millones a través de la pantalla, pero Rafa no puede. Set para el neerlandés y zozobra para el balear, que no la espanta tras el paso con su banquillo. Charla con Ferrer y sale de nuevo a batallar. Van de Zandschulp le niega el ímpetu con otro break consolidado en el siguiente juego con su servicios.

Conato de reacción de Nadal

No se deja ir Nadal. Sí, se va a retirar, pero a su manera. Va a morir matando. Tras un largo intercambio adjudica el punto y el Carpena se ilusiona. Nadal saca el puño, grita, por momentos el Rafa de siempre se deja ver en el Carpena. Pero Van de Zandschulp niega cualquier aparición posible. Sólido al saque e inspirado con la derecha encadena golpes ganadores hasta quebrar de nuevo a Rafa.

«Sí se puede», grita la grada. También lo piensa Rafa, que no se desconecte del partido ni siendo empujado sobre el precipicio. Tiene la espalda ancha que diría Luis Aragonés. Con punto de rotura a favor intenta una dejada que no es efectiva por poco. Se golpea la frente, sabe que no era el momento. Pero vuelve a insistir, lo hace tanto que a la tercera consigue agrietar a Van de Zandschulp.

Son los últimos zarpazos de un león herido. Tras el éxtasis, su saque entre en congoja. Hasta siete servicios nulos, pero aún así se lleva el juego. Ilusiona a los presentes, incluido Ferrer, que pide un empuje más a la grada. Van de Zandschulp vuelve a interponerse con un cañón al saque. Así cierra un partido que por momentos tuvo tintes épicos para Nadal. Se revolvió con vigor, pero no pudo. España se queda in margen de error en la Davis. Deberá ganar Alcaraz en individuales y la dupla española en dobles. Rafa es eterno.