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La ampliación de contrato del lateral está casi cerrada

Messi gana el pulso al Barça para renovar a Jordi Alba

El Barça y Jordi Alba tienen prácticamente cerrada la ampliación del contrato del lateral. El entendimiento habría sido posible gracias a la intervención de Leo Messi, que presionó a la directiva para que el acuerdo fuese posible.

La renovación de Jordi Alba es un hecho y en ella ha habido una persona más que influyente para que se llevase a cabo. El FC Barcelona finalmente ha accedido a las peticiones de Leo Messi, que no concebía que el lateral dudase si seguir en el conjunto azulgrana. El club no estaba dispuesto a mejorarle las condiciones e incluso se planteaban venderle este verano si no se llegaba a un acuerdo, pero finalmente se ha enderezado el rumbo de las negociaciones y ambas partes se han terminado entendiendo.

Las declaraciones tanto por parte de la institución como por parte del jugador habían tomado un tono distinto en las últimas semanas. El lateral declaró que su sueño es «seguir en el Barça». Por su parte, el presidente Bartomeu actuó como oraculo, llegando afirmar que le gustaría que la renovación se cerrase «antes de terminar la eliminatoria contra el Olympique de Lyon». Dicho y hecho.

El jugador terminaba contrato en junio de 2020, por lo que la ampliación de la vinculación urgía en Can Barça. Ante el alargue de las negociaciones y la falta de un acuerdo, comenzaba a especularse con la posibilidad de que el carrilero zurdo abandonase el conjunto azulgrana el próximo verano. Pero todo ha dado un giro de 180 grados para que se firme una renovación que contenta y mucho al jugador más importante en la historia culé.

Tanto el club como el jugador han puesto de su parte para llegar a un entendimiento. En este entendimiento, Messi ha tenido mucho que ver. El argentino ha sido parte esencial en el cambio de rumbo de las negociaciones, pues tuvo que intervenir para pedirle a la directiva que la renovación del internacional español tenía que darse «sí o sí».

La mediación del argentino ha sido determinante en el conflicto, hasta el punto de que las negociaciones han pasado de estar en punto muerto a cerrarse en apenas semanas. Messi no quería que bajo ningún concepto uno de sus mejores socios en el ataque azulgrana se marchase y a la cúpula blaugrana no le ha quedado otra que dar su brazo a torcer.